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Programas para la primera infancia informados y receptivos al trauma

En esta PyR se describen los programas para la primera infancia informados y receptivos al trauma (TIR, siglas en inglés) y los principios fundamentales que los guían.  

¿Qué es el trauma?

El trauma es una reacción emocional ante un evento terrible, como por ejemplo un accidente o un desastre natural. Un evento traumático pone en peligro la capacidad de una persona de sobrevivir o de permanecer sano e ileso.  

La entidad Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) ha señalado tres factores relevantes para una comprensión del trauma: el evento, la experiencia y el efecto.  

  1. El evento. Los eventos traumáticos pueden ocurrir una sola vez, como en el caso de un desastre natural o la muerte de un ser querido; o pueden ser continuos, como una guerra o una adicción. El tratamiento negativo motivado por la raza, el género sexual, la religión u otra faceta de la identidad también puede ser traumático. El trauma histórico, como por ejemplo la discriminación racial, puede afectar a las familias durante varias generaciones. 
  2. La experiencia. ¿De qué manera ha estado involucrado el niño en el evento? ¿Le ocurrió directamente, lo presenció, o escuchó que le ocurrió a un ser querido? Los humanos tenemos reacciones biológicas, como las de luchar, huir o congelarse, que nos ayudan a sobrevivir a situaciones amenazantes. ¿De cuál forma reaccionó el niño? ¿Se lo dominó, o pudo conseguir ayuda? La edad del niño y la presencia del apoyo pueden afectar la experiencia que tiene.

En el blog “¡Pasó algo!”. Cómo comprender el estrés extremo y el trauma en los niños pequeños se presenta información sobre las experiencias adversas que los niños pequeños pueden vivir.  

  1. El efecto. ¿Qué impacto tiene en el niño la situación traumática? La exposición a eventos traumáticos puede impedir el desarrollo cerebral de los niños y su salud mental y emocional. El efecto que el niño experimenta, en muchos casos se nota en su comportamiento.  

¿Qué significa “informado sobre el trauma” o “receptivo al trauma”?

  • Informado sobre el trauma se refiere al trabajo de individuos como maestros, cuidadores o directores de centros.  
  • Receptivo al trauma se refiere a la manera como las organizaciones tratan las cuestiones implicadas en servir a personas traumatizadas.  
  • Informados y receptivos al trauma (TIR, siglas en inglés) se refiere a programas que forman reglamentos y prácticas partiendo de una comprensión del trauma y el impacto que tiene en individuos y en comunidades. Los programas TIR para niños pequeños tienen un compromiso con fomentar el crecimiento y el bienestar de todos los niños y sus familias, inclusive los que han vivido el trauma.  

En el video Becoming Trauma Responsive se analizan a fondo los programas informados y receptivos al trauma.  

Afortunadamente, las medidas que se toman para ayudar a los niños que han experimentado el trauma son provechosas también para quienes no lo han vivido.  

¿Cuáles principios guían a los programas informados y receptivos al trauma?

Las políticas y las prácticas de un programa TIR se basan en la investigación sobre lo que los niños necesitan para sanarse de las experiencias adversas.  

Según se explican en el Marco para organizaciones informadas y receptivas ante el trauma (TIR), cinco principios guían las reglas y las prácticas en los programas receptivas al trauma que sirven a niños:  

  • La seguridad física y sicológica  
  • La claridad y la confianza 
  • El poder del individuo, la voz y las opciones  
  • Las relaciones e interacciones sanas 
  • La equidad, la oposición al prejuicio y la afirmación de las culturas  

¿Cuáles son algunas maneras de poner en práctica los cinco principios de guía en los programas informados y receptivos al trauma? 

Principio 1. La seguridad física y sicológica

El trauma hace que las personas se sientan profundamente vulnerables aun después de que el evento ha terminado. Pueden sentirse en peligro cuando están en espacios donde hay mucho movimiento y ruido, y donde no está del todo claro qué va a pasar luego, como en las clases para la primera infancia. En los programas TIR, las clases deben de parecer bien ordenadas sin ser restrictivas. Los horarios fáciles de predecir, una tasa reducida de cambios en el personal y las explicaciones que se dan antes de un evento nuevo pueden ser tranquilizantes para los niños que han experimentado el trauma.

El recurso Less is More: Finding Peace in Your Organized Classroom les ofrece información a los profesionales que buscan crear un ambiente de seguridad y confort.  

Es esencial que haya comunicación clara con niños y familias sobre la seguridad y la ausencia del peligro. Por ejemplo, si los niños han sido expuestos a violencia en la comunidad o el abuso familiar, pueden necesitar que se les asegure que en su escuela están protegidos de armas, drogas y delincuentes acusados de abuso. Las medidas de seguridad, como simulacros de incendios y prácticas para los cierres de emergencia, deben de ser fáciles de entender y presentarse de maneras que no traumaticen nuevamente a los niños. Por ejemplo, un maestro puede informar a la clase que la alarma de incendios sonará horrible, y ayudarlos a hacer una lluvia de ideas sobre maneras de sobrellevarla. De esta manera se evita señalar al niño traumatizado ante sus compañeros, y se le infunde poder para manejar su reacción.

En el blog Después de que “pasara algo”. Maneras de responder al trauma en los niños pequeños se presentan sugerencias para trabajar con niños pequeños que han experimentado el trauma. 

Para ayudarles a todos los niños a sentirse seguros y socialmente aptos, los programas TIR enseñan procedimientos de resolución de conflictos, las interacciones cooperativas  y las maneras de contrarrestar los prejuicios, la intimidación entre los estudiantes y la agresión. Esta instrucción puede apoyar la capacidad de recuperación y reducir las percepciones de ser indefenso y estar solo. Los niños traumatizados necesitan que se los reconozca como integrantes de la comunidad de su clase.  

Principio 2. La claridad y la confianza

En los programas TIR se hacen esfuerzos por mantener relaciones de confianza mutua con niños y familias. Es un asunto complejo confiarse unos en otros en los programas educativos. Los niños pequeños que han vivido el trauma pueden hallar que les resulta difícil confiar en otros, especialmente los adultos. No obstante, se desarrollan bien en el contexto de relaciones con adultos que los tratan con respeto. Necesitan que los adultos tengan la aptitud para cuidarlos y que cumplan con sus compromisos.  

Las familias también pueden experimentar problemas a la hora de confiar en las autoridades escolares. Los empleados de programas TIR están conscientes de la desigualdad de poder en las relaciones entre las familias y los programas de instrucción, lo que puede afectar la confianza y complicar los esfuerzos de trabajar con niños que han experimentado el trauma.

Información sobre la confianza en las relaciones que se entablan en programas educativos se presenta en Trust in Schools: A Core Resource for School Reform.

El artículo Formación de asociaciones: Guía para desarrollar relaciones positivas con las familias describe el efecto que las diferencias culturales pueden tener en las relaciones entre programas y familias.  

La claridad se refiere a la transparencia y la franqueza con respecto a los objetivos y las acciones. Las reglas claras en el salón de clases ayudan a los niños a saber qué cosas los adultos esperan de ellos. Asimismo, es bueno que las familias comprendan los objetivos, las reglas y las prácticas del programa. Necesitan ver acciones que resulten provechosas para todos los participantes. Por ejemplo, la comunicación con una familia en su idioma suena ideal. Pero si el personal del programa se vale de una app de traducción en lugar de un intérprete que hable el idioma con soltura, pueden perderse detalles importantes sobre el bienestar de los niños.  

Principio 3. El poder del individuo, la voz y las opciones

El trauma implica sentimientos de estar indefenso. Los currículos informados y receptivos al trauma enfatizan las experiencias focalizadas en darle poder al individuo, como por ejemplo en juntas de toda la clase en las que los niños tienen una voz en las decisiones sobre lo que pasa en el aula. Estas pueden ser tan generales como las de cómo tratarse unos a otros, o tan concretas como la canción que se va a cantar luego.  

Algunos maestros enfatizan las voces de los niños al alentarlos para que dicten cuentos que se imaginen junto con un adulto, quien después los lee en voz alta a toda la clase. Se puede invitar a los compañeros de clase a representar el cuento con el juego dramático, lo que puede intensificar la percepción de un niño de tener un lugar en la comunidad de la clase.  

Aunque es necesario que todos los niños aprendan a tomar decisiones, a los niños que han sido traumatizados se les puede resultar difícil escoger una opción de entre muchas. En el principio los maestros pueden limitar las opciones, y con el tiempo ir expandiéndolas para incluir una gama más amplia de opciones. Los materiales de juego abierto, como las pinturas, la ropa de juego y las muñecas pueden estimular las decisiones autónomas durante el juego.  

En los programas informados y receptivos al trauma se utiliza el currículo como una herramienta de los niños para procesar algo que les ha pasado, y que los ayude a conectar las experiencias difíciles con un presente más seguro.

En El Proyecto Katrina se ilustra cómo, en una investigación del Método de Enseñanza por Proyectos, se extendían las experiencias de niños en relación con un huracán para animarlos a hacer experimentos con el poder del viento y del agua, investigar cómo se hacen estructuras resistentes y hablar con trabajadores de rescate sobre cómo mantenerse seguro durante un desastre.  

Principio 4. La equidad, la oposición al prejuicio y la afirmación de las culturas

Las desigualdades del poder entre programas y familias son fuertes entre las poblaciones que históricamente han sido tratadas como “diferentes”. Estas incluyen a las personas que viven en la pobreza, los inmigrantes recientes, minorías raciales o étnicas, personas que son LGBTQ+ o que viven sin techo, y las que tienen discapacidades. En los programas TIR se ha formado un compromiso concreto con la equidad, los esfuerzos de oposición al prejuicio y la afirmación de culturas diversas.  

Aunque las declaraciones de políticas sobre la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) tienen su lugar, las acciones que reflejen estos conceptos son aún más importantes en un programa TIR. Las familias se percatan de la falta de consistencia. Por ejemplo, los eventos del programa deben de tomar en cuenta los calendarios religiosos y culturales. En un programa TIR no se programaría un día de comer el lonche con los niños durante ramadán, si es que se afectaría a familias musulmanas.  

Los libros infantiles toman un papel esencial en los esfuerzos de resistencia al prejuicio y de afirmación cultural. Los niños necesitan “verse a sí mismos” en los libros. Los maestros podemos escoger libros que reflejen una diversidad de estructuras famulares; varias personas con discapacidades; y los grupos raciales, étnicos, social-económicos y religiosos que se representan en la comunidad. Los libros en las lenguas maternas de todas las familias del programa es un recurso valioso.  

Los niños que han vivido el trauma pueden sentirse visibles cuando escuchan cuentos sobre el trauma, el saneamiento y la recuperación. Así como otros niños, probablemente disfrutarán de libros con cuentos graciosos de fantasía, cuentos sobre personajes favoritos o libros de información sobre temas interesantes.  

En los programas TIR, se pueden poner en práctica los compromisos con la diversidad, la equidad y la inclusión al contratar al personal bien calificado con identidades que reflejan las de la comunidad mayor.  

Principio 5. Las relaciones e interacciones sanas

Si los niños han sido traumatizados, pueden tener dificultades para entablar relaciones sanas con otros. Necesitan ver que los adultos den un modelo de relaciones respetuosas y cariñosas con niños, familias y colegas. Necesitan saber que los adultos los perciben como capaces y aptos. El trauma puede llenar algún lugar en la vida de un niño, pero no es su identidad entera. Necesitan relacionarse con el mundo de sus alrededores, y encontrar actividades y a personas que les interesan.  

En los programas TIR, se basan las decisiones, como por ejemplo las que tienen que ver con tratar la conducta difícil de los niños, en una comprensión de los efectos que el trauma ha tenido en niños individuales. Puede ser que el trauma le haya afectado la capacidad de actuar de maneras que otros consideran “normales”. La guía que se da de maneras informadas y receptivas al trauma puede ser flexible, como dejar que un niño esté sentado en un lugar aparte del grupo durante la hora de cuentos. En los programas TIR, los maestros se plantean de manera “firme pero amistosa” el fijar límites en algunos comportamientos para dejar claro que no se permite que los niños se lastimen a sí mismos, lastimen o amenacen a otros, ni hagan daño a materiales del aula.  

En El impacto del trauma en las vidas de niños pequeños. Parte 1 y El impacto del trauma en las vidas de niños pequeños. Parte 2 se dan ejemplos de acomodaciones que el personal de programas puede hacer para los niños que han experimentado el trauma.  

Puede ser que los adultos en un programa informado y receptivo al trauma no se enteren nunca de cuál fue el evento traumático ni cómo el niño estaba involucrado. No pueden salvar al niño de lo que ya ha ocurrido. Puede ser que nunca estén seguros del todo si algo traumático le haya pasado a un niño, aunque vean indicios en su conducta. Los adultos sí podemos actuar de acuerdo con nuestro interés por el bienestar del niño y con lo que sabemos del desarrollo infantil y de la naturaleza del trauma, a fin de proveer un ambiente en que los niños puedan funcionar y sanarse lo mejor que puedan. Los papeles de investigación y tratamiento son propios de otros profesionales informados y receptivos al trauma.  

Recursos de IEL

Recursos en Internet

Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Hogar
  • Hogares-de-cuidado; Cuidado de niños en familia
  • Centro de cuidado infantil
  • Programa preescolar

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Padres, madres y familiares
  • Profesores e instructores

Edad de los niños sobre los que trata el artículo: