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Las familias y los maestros quieren que los niños se sientan bienvenidos en el preescolar, aceptados por sus amigos y seguros en sus rutinas diarias. Con esta percepción fundamental de integrar el grupo, los niños saben que cuentan con el respaldo del grupo a la hora de intentar nuevas actividades, entablar amistades, aprender nuevas maneras de hacer las cosas y tomar riesgos pequeños. Un cimiento fuerte del crecimiento y desarrollo de un niño es su percepción de ser aceptado en casa, en la escuela y en la comunidad. Las organizaciones nacionales de la primera infancia ahora publican materiales sobre la importancia de incluir a niños que de varias maneras son diferentes de muchos de sus compañeros de clase. Las diferencias pueden hallarse en los grados de capacidad, idiomas que se habla, tradiciones culturales, la composición familiar y la identidad racial o étnica. Con las diferencias llegan las oportunidades de aprender cosas nuevas, además de la tolerancia y la empatía.
Cada vez más niños que tienen retrasos o discapacidades del desarrollo asisten a los mismos programas de cuidado y educación que sus hermanos y vecinos que no tienen discapacidades. Tres valores –el acceso, la participación y los apoyos– fundamentan la inclusión y la percepción de integrar el grupo.
¿Qué significa el acceso, y cómo lo proporcionamos? Al conocer un programa para niños pequeños, se puede preguntar si tiene una declaración de su misión o su filosofía que fomenta la admisión de niños con grados diversos de capacidad. Y también, si ha tratado barreras físicas o estructurales que pudieran impedir la participación significativa de los niños. Para analizar la situación más a fondo, ¿el personal suministra diversos materiales que apoyan de diferentes maneras el aprendizaje y la participación de los niños? ¿Focalizan en el éxito de los niños haciendo modificaciones pequeñas a los materiales y las actividades del salón de clases? Por ejemplo, cuando se sacan los rompecabezas, ¿se incluyen algunos sencillos con dos o tres piezas, además de otros complejos con una docena de piezas, para que los niños de variados niveles de capacidad puedan jugar y tener éxito? ¿Se han fijado expectativas elevadas para todos los niños y, a la vez, se las hace corresponder a sus grados de habilidad?
Los maestros respaldan la participación al considerar las necesidades y destrezas de cada niño. Pueden ayudar a los niños a participar al considerar las maneras de que un niño aprende mejor y al darle apoyo justo al momento indicado. Es posible que los niños aprendan una nueva canción practicando secciones pequeñas de la misma durante algún tiempo en grupos grandes y pequeños, además de escucharla en otros momentos del día. Algunos niños podrían participar mejor con movimientos de las manos en vez de palabras. Los maestros constantemente están pensando mientras trabajan, para proveerles niveles diferentes de instrucción a los niños. Una maestra podría darle más indicios y ayuda a un niño, y a otro menos apoyo o ninguno, según su grado de capacidad. La participación puede ser como un baile, con otra persona o a solas, dirigiendo o guiando, según las habilidades de un niño y su comodidad.
Los apoyos también son cruciales para la inclusión. Con frecuencia son las cosas que los maestros y la familia necesitan para ayudar a un niño a sentirse a gusto y exitoso en la escuela. ¿Cuentan los maestros con los recursos y el desarrollo profesional que necesitan para satisfacer las necesidades de cada niño con respecto a su desarrollo? ¿Entienden los padres y madres las necesidades de educación especial de su hijo y cómo se pueden proveer servicios en una clase preescolar? ¿Tienen los programas para niños pequeños y los distritos escolares acuerdos para la provisión de servicios de educación especial en la comunidad? ¿Existen reglas que incentivan la inclusión de niños con discapacidades en programas comunitarios?
El deseo de que los niños integren un grupo y sean aceptados es el primer paso para promover la inclusión. Pero las familias, los maestros y los cuidadores necesitan más que una disposición positiva. También es necesario que comprendan las maneras de asegurar que los niños puedan acceder a actividades y oportunidades de aprender en el salón de clases, participar y relacionarse con sus compañeros y experimentar el éxito. La inclusión es un objetivo nacional, y para lograrla se necesitarán disposiciones positivas y apoyos para maestros además de políticas y fondos para asegurar que los programas de cuidado y educación alcancen normas de calidad.
Para más información, vea Early Childhood Inclusion, una declaración de posición conjunta de Division for Early Childhood (DEC, o División para la Primera Infancia) y la Asociación Nacional de Educación Infantil (NAEYC, siglas en inglés).
Susan Fowler
La Dra. Susan Fowler es profesora jubilada de educación especial en la Universidad de Illinois. La Profesora Fowler hizo el doctorado en sicología infantil y del desarrollo y fue una de los pioneros en los ámbitos de educación especial infantil y discapacidades del desarrollo. También es la madre de un joven con características excepcionales.
Biografía actualizada en 2022
Recursos de IEL
- Lista de recursos: Special Education and Inclusion in Early Care and Education
Recursos en Internet
-
Early Childhood Inclusion Position Paper (inglés)
Fuente: Division for Early Childhood (DEC)