El proyecto Illinois Early Learning (IEL) proporciona gratuitamente recursos basados en evidencia a padres, madres, cuidadores y maestros en el campo de la educación de la primera infancia. Un modo que utilizamos para presentar información son nuestros blogs, con entradas informales con las cuales los lectores se pueden identificar. Durante muchos años uno de nuestros blogs ha llevado el título “Niños con necesidades especiales”. Hemos cambiado el nombre de este blog a Niños con discapacidades y retrasos del desarrollo y queríamos transmitirles a ustedes nuestro razonamiento sobre esto.
Muchos términos y frases eran aptos para cierto momento histórico pero llegan a ser anticuados con el paso del tiempo y mientras nuestro entendimiento se va evolucionando. “¡Síganme los buenos!” suena perfecto si estamos viendo reposiciones de El chavo del ocho, pero puede parecer fuera de contexto si se utiliza en la conversación diaria. De manera similar, muchos en la comunidad de las discapacidades, como padres, maestros e individuos con las mismas, están dejando de lado el término necesidades especiales a favor de la palabra discapacidades. En IEL, también hemos decidido utilizar el término discapacidades. No obstante, ya que una gran porción de nuestro trabajo se enfoca en niños pequeños (bebés, niños de 1 y 2 años y preescolares) que tienen retrasos del desarrollo pero no manifiestan ninguna discapacidad específica, a nuestro parecer es importante reconocer a este grupo también en el título de nuestro blog. Por eso hemos cambiado Niños con necesidades especiales a Niños con discapacidades y retrasos del desarrollo.
¿Por qué cambiar?
Hay varias razones clave para nuestro cambio de términos. Estas incluyen la intención de expresarnos en forma más exacta, y un deseo fuerte de demostrar respeto hacia la comunidad con discapacidades. Dicho esto, nos damos cuenta que no le podremos agradar a todo el mundo y que algunos individuos prefieren la frase necesidades especiales.
Una forma más exacta
El término necesidades especiales es esencialmente un eufemismo. Es decir, es una manera de decir algo en forma indirecta con frecuencia para evitar la mención de un tema susceptible, como cuando se dice que alguien está “entre empleos” en vez de “desempleado”. Sin embargo, mucha gente reconoce la verdad que no hay nada de malo con tener una discapacidad; es sencillamente una característica más de las muchas que pueden definir a un individuo. En realidad, tener una discapacidad es una experiencia natural de la condición humana, así que no existe ningún motivo para esconder este hecho utilizando una terminología vaga o ambigua.
En realidad, es mucho más acertado y útil decir que alguien tiene una discapacidad y usar el nombre específico de la misma. Por ejemplo, si yo sé que una persona es ciega, puedo basar mi comunicación personal con ella en la conversación oral sin depender de mensajes no verbales como encogerme de hombros, decir que sí con la cabeza o usar gestos de las manos.
Dicho lo anterior, solo hace falta hablar de la discapacidad de alguien si es relevante a la conversación. Si veo en el supermercado una niña que usa audífonos, no sería apropiado que le preguntara a su cuidador, “¿Cuál es la discapacidad de la niña?” Pero si soy maestra y le doy la bienvenida a una nueva estudiante en mi clase, sí es relevante que yo sepa que es sorda. A la hora de planear el currículo, es mucho más útil conocer su discapacidad concreta que saber que tiene “necesidades especiales”.
Demostrar el respeto
Muchos integrantes de la comunidad que tienen discapacidades han empezado a ponerse en contra de la terminología que evita la palabra discapacidad y han abogado por sencillamente decir las cosas como son. Las frases que pueden ser ofensivas o de tono condescendiente incluyen necesidades especiales, personas de toda capacidad y de capacidad diferente.
El uso de una terminología exacta expresa el respeto a individuos con discapacidades. Muchos de ellos han señalado que no hay nada de especial en sus necesidades, como las de alimento, albergue, auto-cuidado, socialización, educación etc. Estas cosas ¡las necesita todo el mundo! Como Lauren Potter, actriz popular con el síndrome Down, dice en un video de anuncio de servicio público, “Si la gente con el síndrome Down necesitara comer huevos de dinosaurio, ¡eso sí que sería especial!”
Reconocer las decisiones de individuos
Al hacer este cambio para actualizar nuestra terminología, también reconocemos que el lenguaje es subjetivo y tiene significados diferentes para personas distintas. Los individuos con discapacidades y sus familias deberían escoger los términos que les parezcan mejor. Las expresiones preferidas podrían incluir las siguientes:
- Él tiene necesidades especiales.
- Él tiene una discapacidad.
- Él tiene parálisis cerebral.
Las personas también podrían preferir un lenguaje de poner a la persona en primer lugar, en que se pone la persona ante la discapacidad (por ej., el niño con autismo), mientras que otros podrían decidir a propósito utilizar un lenguaje de poner la identidad en primer lugar (niño autista). La selección individual es importante.
Nuestra recomendación es que los profesionales de la primera infancia comiencen con un lenguaje que ponga en primer lugar a la persona sin eufemismos, como niño con autismo o niño pequeño con parálisis cerebral. Si los individuos o las familias expresan que tienen una preferencia distinta, los profesionales podemos y debemos validar esa decisión utilizando la terminología preferida de la familia con la mayor constancia posible. Y cuando hay alguna duda, sencillamente llamar a la persona por su nombre.
Emily Dorsey
La Dra. Emily Dorsey (edorsey@illinois.edu) es directora del Proyecto Illinois Early Learning. Obtuvo su doctorado en educación especial de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign en 2015. Ha trabajado de maestra de educación especial de la primera infancia y consultora educativa, y más recientemente fue profesora en la Universidad de Nebraska en Lincoln.
Biografía actualizada en 2020
Deseamos expresar nuestra gratitud a las siguientes personas y publicaciones que informaron este blog (toda la información es en inglés):
- Profesora Meghan Burke
- Not Special Needs
(Nuestras necesidades no son especiales) - Special Needs Is an Ineffective Euphemism
(“Las necesidades especiales” es un eufemismo poco eficaz) - Empowered and Disabled: Why I Don’t Like “Special Needs”
(Empoderada y discapacitada. Por qué no me gusta “necesidades especiales”) - I Don’t Have Special Needs, He Said
(Yo no tengo necesidades especiales, dijo él)
- Three Reasons to Say Disability Instead of Special Needs
(Tres razones para decir “discapacidad” en vez de “necesidades especiales”) - Respectful Disability Language: Here’s What’s Up!
(El lenguaje respetuoso en cuanto a las discapacidades. Esto es lo que está pasando) - People First Language and More
(El lenguaje que pone en primer lugar a las personas y más) - Identity-First Language
(El lenguaje que pone la identidad en primer lugar)
Recursos en Internet
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“Special Needs” is an Ineffective Euphemism (inglés)
Fuente: National Library of Medicine
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Dr. Meghan Burke (inglés)
Fuente: Vanderbilt University
-
Empowered and Disabled: Why I Don’t Like ‘Special Needs’ (inglés)
Fuente: Easter Seals
- I Don’t Have Special Needs, He Said (inglés)
- Identity First Language (inglés)
-
Not Special Needs (inglés)
Fuente: Down Syndrome International
-
People First Language and More (inglés)
Fuente: Disability is Natural
-
Respectful Disability Language: Here’s What’s Up! (inglés)
Fuente: National Youth Leadership Network
-
Three Reasons to Say “Disability” Instead of “Special Needs” (inglés)
Fuente: Meriah Nichols