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¿Ha escuchado usted de los proyectos “farm to school” (F2S, o desde la granja hasta la escuela) o “farm to early care and education” (F2ECE, desde la granja hasta la guardería)? ¿Se pregunta de qué se trata? Los dos términos se refieren a relaciones directas entre las escuelas y los productores de alimentos. A través de tales conexiones, los programas instructivos pueden comprar ingredientes directamente de las granjas locales de su área, y éstas pueden formar otros vínculos con las escuelas y comunidades. Tal vez usted haya deseado formar una relación F2ECE en su guardería o preescolar, o en el de su hijo.
Muchos hemos visto que los niños pequeños raramente entienden de dónde viene su comida. Las galletas aparecen en la mesa de meriendas de la guardería ¡como por magia! Alguien va al supermercado y vuelve con bolsas llenas de víveres. Conozco a un niño de cinco años que dijo, “¡Las zanahorias vienen de Jewel!”. Los niños que viven lejos de las zonas rurales pueden formarse ideas equivocadas sobre las granjas, con frecuencia a causa de lo que ven en libros infantiles. Pero necesitan saber lo que pasa de verdad en la agricultura. Entonces podrán comprender y valorar el trabajo, y a los trabajadores, incluidos en el proceso de traer la comida a sus platos.
En muchos programas para niños pequeños, éstos siembran semillas para cultivar plantas. Si cuentan con un espacio suficiente, se puede incorporar la jardinería al currículo y animar a los niños para que coman lo que se cultive. Una relación entre el programa y una granja puede “elevar las cosas un nivel más”. Así los niños pueden ver cómo funciona la producción de alimentos en su área local y las ventajas que se ofrecen así a toda la comunidad.
Según explica la entidad Illinois Farm to School Network, las relaciones de colaboración entre las granjas y los programas para niños pequeños tienen los siguientes objetivos:
- Aumentar el acceso de los niños a comida nutritiva y cultivada en su área local.
- Proveer la oportunidad de aprender por medio de la participación directa.
- Influir en los hábitos de comer, los gustos y disgustos durante los primeros años de la vida.
- Instruir a niños sobre los sistemas alimentarios y la agricultura local.
- Apoyar a granjas y comunidades locales.
A mis hijos les hubiera encantado hacer cosas así en su programa preescolar. Y como anteriormente fui maestra de clases, veo la potencialidad enorme de realizar actividades que incorporen muchas áreas del currículo y contribuyan a las investigaciones del Método de Enseñanza por Proyectos.
El proceso de entablar relaciones de cooperación con granjas locales, con frecuencia empieza con una o dos personas, como un director, maestro o familiar. Él o ella pueden hacer consultas y despertar el interés del personal y de las familias participantes del programa. Farm to School Network recomienda formar un equipo compuesto por varias personas, como familiares, maestros, empleados del programa, dueños de granjas locales y personas de la comunidad. Así se logra que el éxito del esfuerzo no dependa de una sola persona. Illinois Farm to School Network edita un paquete de herramientas para ayudar a los programas a comenzar el proceso.
Un consejo es incluir a los niños cuanto antes en el equipo de “granja y guardería”. Apunte las preguntas de la clase sobre las granjas locales y los alimentos que producen. Averigüe qué les interesa en cuanto a las excursiones, expertos invitados y experiencias con la comida. Más tarde será posible que los niños tomen papeles más activos. Por ejemplo, ayudar con las tareas más livianas en la granja (con supervisión, por supuesto), preparar alimentos, echar sobres de comida y cáscaras desechadas al compost y cultivar sus propias plantas en el huerto.
Lo más probable es que el programa no pueda comprar todo el alimento necesario de una granja local, pero hay varias opciones posibles. ¿Se pueden comprar alimentos suficientes para las meriendas? ¿Se pueden concertar excursiones a una granja para que los niños ayuden a recoger verduras para la escuela? ¿Se puede inscribir el programa en un grupo de agricultura con apoyo de la comunidad (community-supported agriculture, o CSA) que hace entregas de frutas o verduras cada tanto? ¿Es posible que un agricultor visite la clase para mostrar sus herramientas, semillas y otras cosas que usa? El Consejo Estatal de Educación de Illinois ofrece recursos para programas de nutrición infantil con granjas locales (farm to child nutrition programs, o F2CNP) que pueden resultar útiles.
Los factores para considerar en cuanto a las relaciones con granjas locales incluyen lo siguiente:
- Reglas del programa sobre la compra de alimentos. ¿Se permite que el programa compre ingredientes directamente de una granja o un grupo CSA de la zona local?
- Prácticas de servir la comida. ¿Las comidas de los niños se preparan en el sitio o se entregan? ¿Los niños traen su propia comida desde sus casas? ¿Cómo se pueden incorporar al menú alimentos que vienen de granjas locales?
- Espacio para preparar y almacenar alimentos localmente producidos.
- Disponibilidad de productores de alimentos. ¿Se pueden entablar relaciones con cultivadores que venden sus productos en un mercado al aire libre en su área?
- El término escolar vs. las estaciones de cultivar y de cosechar. Si las temporadas de la siembra y la cosecha caen fuera del año escolar, es posible que su programa, a pesar de perderse la cosecha de frutas que maduran durante el verano, disfrute de los del otoño.
Si su programa se ubica en una ciudad, considere las experiencias concertadas con grupos de agricultura urbana. Inscribirse en línea con un grupo como Illinois Farm to School Network puede ser la mejor manera de empezar.
Recursos de IEL
- Lista de recursos: Farm to School Programs

Jean Mendoza
Jean Mendoza tiene un doctorado en currículo e instrucción y una maestría en educación infantil de de la Universidad de Illinois, y una maestría de artes en psicología de consejería de la Universidad Adler de Chicago. Fue profesora de formación docente de educación infantil en la Universidad Millikin, y trabajó por más de 25 años como maestra, trabajadora social y consejera. Colaboró recientemente con la Profesora Debbie Reese en una adaptación para lectores jóvenes de An Indigenous Peoples’ History of the United States, escrito por Roxanne Dunbar-Ortiz. Desde hace mucho tiempo la Profesora Mendoza se interesa en la literatura infantil, lo que se ve reflejado en sus repasos de libros para niños como los que aparecen en el libro A Broken Flute y en el blog American Indians in Children’s Literature. Jean y su difunto esposo Durango tienen cuatro hijos, ya adultos, y seis nietos. Ella vive en Urbana (Illinois).
Biografía actualizada en 2021