Alimento mental

Si preguntamos a un niño de 3 o 4 años de dónde viene la comida, probablemente dirá que viene del supermercado. No habrá pensado sobre el lugar de origen de los alimentos antes de que aparezcan como por magia en los estantes de la tienda. Al ayudar a los niños pequeños a aprender sobre las fuentes de su alimento, podemos ayudarlos a entender y apreciar mejor cómo funciona el mundo.  

Un proyecto basado en cierto tipo de comida tiene buenas posibilidades de resultar un éxito por varias razones.  

• Primero, todos los niños necesitan alimento y lo consumen a diario. Es muy probable que muchos estudiantes de una clase participen en un proyecto con un tema que conocen tan a fondo.  
• Segundo, ya que la comida se puede experimentar con muchos de los cinco sentidos, es un tema excelente para la investigación directa. Los temas relacionados al alimento pueden llevar a un trabajo enriquecido en el proyecto para motivar la participación de muchos estudiantes pequeños.  
• Tercero, ya que los niños experimentan las comidas en casa, a las familias les resultará fácil participar y apoyar la investigación.  

Se pueden descubrir muchos conceptos importantes en un proyecto relacionado al alimento. A continuación se presentan unos pocos:  

• Los alimentos pueden ser dulces, ácidos o salados 
• Los vegetales crecen de semillas 
• El calor cambia los alimentos 
• La levadura es algo mágico y se usa para hacer muchos tipos de pan de varias partes del mundo 
• Los alimentos crecen de árboles, debajo de la tierra y en vides  
• Algunos alimentos vienen de animales 
• Algunos alimentos son más nutritivos que otros 
• La comida se puede echar a perder en ciertas condiciones  
• No todas las familias comen los mismos tipos de comidas  

Además, para hacer ciertos platos se combinan varios ingredientes. Por ejemplo, los niños participantes en “El Proyecto de Calabazas” se preguntaban cómo se metían las calabazas a un pay (pastel o tarta) y al hacer la receta, aprendieron del proceso.  

A la hora de iniciar un proyecto, el tema del alimento es demasiado amplio y abstracto en sí. Es más probable que sea exitoso presentar el subtema de un proyecto posible. Por ejemplo, unas maestras que habían decidido comenzar un proyecto sobre la comida escuchaban para los temas relacionados al alimento que se mencionaban durante el juego dramático de sus estudiantes. Identificaron un interés en los fideos, lo que llevó al proyecto ¡Pasta, Pasta!.  

Los maestros pueden plantear un tema al traer al salón de clases objetos reales, como un surtido de vegetales, o leyendo un libro sobre los huertos. Una consideración de las posibilidades que se encuentran en su entorno local puede ayudar a los maestros a planear experiencias de exploración directa para sus estudiantes.  

• Es buena idea tener en cuenta la estación del año, los tipos de alimentos que se cultivan en el área local y la disponibilidad de recursos y expertos invitados. Por ejemplo, a principios del verano en el Medio Oeste, los niños pueden tener la oportunidad de recoger cerezas. En el otoño las manzanas pueden ser un tema mejor.  
• Algunos maestros pueden ayudar a los niños a sembrar y cuidar un huerto, mientras que otros pueden cultivar verduras en el aula e iluminarlas con una luz para cultivo.  
• En las zonas rurales, puede haber posibilidades de visitar una lechería o una granja con ganado lechero. Vea El proyecto de vacas. En una zona urbana, una visita a un invernadero hidropónico puede ser más factible.  

¿Existen posibilidades para proyectos sobre el alimento en la zona local de usted? ¿Algún niño es de una familia de agricultores? ¿Alguien tiene un huerto o un jardín? ¿Escucha usted conversaciones entre sus estudiantes sobre el tema de su comida? Piense en maneras de utilizar esa información para iniciar un proyecto sobre un tema relacionado con los alimentos con sus estudiantes.  

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