
Al describir la vida diaria con niños pequeños, con frecuencia se habla de los altibajos emocionales que expresan cada día durante las horas de comer, tomar la siesta y jugar. Los cuidadores podrían describir momentos de risa, emoción y energía además de ratos difíciles, como de los berrinches o el llanto. Estos sentimientos contrarios pueden ocurrir en una sola tarde, y tales cambios de humor son típicos.
Los niños pequeños van aprendiendo a manejar sus sentimientos y expresarlos con palabras y conductas apropiadas. Los padres y madres, cuidadores y maestros pueden ayudar a los pequeños a desarrollar tales comprensiones al apartar un rato para ser “entrenadores emocionales”.
¿Por qué quisiera un adulto tratar de hacerse un “entrenador” de niños para ayudarlos a aprender acerca de las emociones? Es algo similar a aprender a nadar. Es más fácil aprender la natación cuando está en el agua con alguien que lo guíe y lo mantenga seguro. Un buen entrenador de natación ofrece palabras animadoras y apoyo mientras un novato pasa los brazos por el agua, y le da consejos positivos y orientación para mejorar mientras descansa a un lado de la piscina.
Asimismo, los niños aprenden a manejar y manifestar apropiadamente las emociones cuando alguien los ayuda a procesar los pensamientos y sentimientos. Un buen entrenador de emociones proporciona apoyo y aliento a un niño durante los momentos difíciles y lo ayuda a reflexionar sobre maneras apropiadas de expresar los sentimientos y manejar las emociones durante los momentos tranquilos. He aquí algunas maneras de que los cuidadores pueden hacerse entrenadores emocionales y ayudar a los niños a desarrollar estas habilidades importantes:
- Nombrar los sentimientos usando palabras de las emociones
Ayude a los niños a aprender que sus sentimientos tienen nombres. Use palabras como feliz, triste, enojado, frustrado, celoso, abochornado o solitario. Con los niños muy pequeños, dé los nombres de sentimientos sencillos como feliz, triste y enojado cuando vean fotos de caras o note que el niño está expresando sus sentimientos. A medida que los niños van creciendo, las reflexiones podrían durar más. Por ejemplo, un cuidador podría decir: “Hoy te ves triste después de que tu primo se fue para volver a casa. Tal vez quieres que alguien juegue contigo. Ese sentimiento se llama sentirse solo. ¿Es así como te sientes?” - Describa maneras socialmente apropiadas de comunicar los sentimientos
Los niños pequeños escuchan a la gente que habla de los sentimientos, y aprenden maneras apropiadas de manifestar los sentimientos observando a otros que están a su alrededor. Al narrar su propia experiencia, usted los ayuda a aprender. Deje que lo escuchen usando palabras para hablar de los sentimientos. “Qué decepcionada me sentía cuando solo había helado de vainilla, ¡que yo quería el chocolate!”, o “Me siento tranquilo cuando veo que el viento mueve las hojas en las ramas”. - Todos tenemos sentimientos
Comunique a los niños que está bien experimentar todos los sentimientos y hablar de ellos. Recuérdelos que no está bien lastimar los cuerpos de otros ni destruir cosas. Diga: “Sé que te sientes enojado cuando tu hermano te quita el camión. Dile que estás enojado y que quieres que te lo devuelva”. Aproveche lo que vea en libros o videos para dar instrucción acerca de las emociones. “¡Mira la sonrisa de la niña! ¡Qué feliz se siente cuando está columpiando en el parque!”