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El significado que los títeres pueden tener para los niños

Fecha de publicación original:

Children playing with puppets

Los títeres de mano eran centrales a la experiencia de los niños con la televisión cuando yo era pequeña; Mr. Moose y Bunny Rabbit en Capitán Canguro, Charley Horse y Lamb Chop de Shari Lewis, entre muchos más. Ofrecían mucho entretenimiento; los niños podían contar con que algo gracioso y difícil de predecir iba a pasar cuando aparecía uno de esos títeres.

Hace varias décadas que poseo un títere de mano llamado Wiggin. Es un conejo elaborado de un calcetín de algodón tamaño extra-grande, con una cabeza de pelota “whiffle” y orejas y brazos cubiertos de lunares rositas. Wiggin no era estrella de la tele, pero sí tenía algunos fanáticos en cierto momento. Era uno de los primeros títeres que mi tía, Janet Kinder, utilizaba en su obra como cuenta-cuentos en el programa infantil de la iglesia de su pueblo pequeño. Las historias, que ya ha compartido con varias generaciones de niños, tratan sutilmente cuestiones morales y éticas desde los chismes y la intimidación hasta la guerra y los derechos civiles.

Durante los años mi tía ha diseñado y construido todo un desfile de títeres para representar personajes de los cuentos. Escoge una personalidad para cada títere, que figura en cuentos aptos para sus características singulares. Por ejemplo, Wiggin no hablaba en voz alta. Susurraba a Jan, quien contaba a su público lo que el conejo había dicho. Los niños se encariñaron mucho con Wiggin. Cuando lo mandó a la “jubilación”  y me lo presentó a mí, me explicó que la “timidez” del títere reflejaba lo que sienten muchos niños en situaciones sociales de grupos grandes, así que observaban atentamente mientras ella contaba sus cuentos para ver cómo el animalito respondería. Así que Wiggin era más que simplemente un accesorio divertido.

Algo de la atracción de los títeres como Wiggin es que pueden “portarse” como la gente a la vez de no ser precisamente personas. El usuario puede hacer que el títere camine, hable, haga gestos y reaccione ante sus entornos. Un títere manipulado por otra persona puede ayudar a un niño a comprender perspectivas diferentes de la del niño mismo y ver un nuevo modo de responder ante una situación difícil.

Cuando un niño es el que anima un títere, tiene el control sobre lo que el mismo dice y hace. A través del títere, puede contar cuentos o relacionarse con otras personas. El títere permite una “distancia sicológica” de los elementos de dichas historias e interacciones que podrían ocasionarle alguna molestia. Los juegos de fantasía con títeres pueden ayudar a niños a expresar sentimientos acerca de sus vidas, practicar maneras de comunicarse con los compañeros o dominar los temores. Esto puede ser especialmente importante para los niños traumatizados, los que lloran alguna pérdida o que tienen ciertos trastornos mentales. Pero los niños de desarrollo típico que no hayan experimentado ningún trauma también hallan los títeres social y sicológicamente provechosos.

Los educadores de niños pequeños reconocen por lo general que el acceso a los títeres puede ser beneficioso para los niños, aun cuando la terapia no es una meta. Entre las descripciones disponibles y más cabales de lo que puede pasar cuando los maestros incorporan los títeres como componente clave de la vida en el aula, se halla un artículo de Investigación y práctica de la niñez temprana de 2008, “Arreglo títeres para que puedan hablar”. Los títeres y su fabricación en una clase preescolar para niños con necesidades especiales”. La autora, Kelli Servizzi, se interesó en averiguar lo que sus dos clases preescolares podrían hacer con títeres, así que trajo al aula una canasta de títeres de mano de bajo costo y la dejó al abierto para que la hallaran.

Un grupo pequeño de niños varones descubrieron los títeres y comenzaron a hacer que pelearan. Cuando el juego de este tipo continuó durante varios días, Kelli dio un modelo de algunas interacciones más amistosas y los niños empezaron a imitarla y arreglaron interacciones más sociables para sus títeres preferidos. También resolvieron los problemas que surgían mientras realizaban juntos espectáculos de títeres. Las maestras incorporaron los títeres a la lectura de libros y notaron cambios positivos en la atención de los niños a los cuentos (de manera similar a lo que hacía mi tía con Wiggin y sus demás creaciones). Se invitó a peritos en los títeres a hablar a las clases, y los niños aprendieron a “operar” diversos títeres. Las maestras los animaban a hacer sus propios títeres para dedos y otros con bolsas de papel y palitos. Las actividades de títeres culminaron en un taller de dos horas presentado por titiriteros profesionales, durante el que los niños fabricaron títeres con cucharas, espátulas, útiles de jardinería de juguete, diversos trocitos de tela y objetos desechados.

Si usted considera dar a los títeres un papel en su enseñanza, este artículo está lleno de cosas que dan en qué pensar.

A propósito, algunos investigadores han tratado de descubrir si los niños pequeños piensan que un títere está vivo cuando la mano y la voz de alguien le dan vida. Los hallazgos, además de la experiencia práctica, sugieren que muchos niños no están seguros de esto. En realidad, el título del artículo de Kelli se inspiró en el momento que descubrió a Nate, niño de 3 años, sentado en el piso detrás del escenario de títeres del aula utilizando herramientas y algunos títeres de mano. Explicó que arreglaba títeres para que pudieran hablar, y añadió: “Entonces serán reales”.

Jean Mendoza

Jean Mendoza

Jean Mendoza tiene un doctorado en currículo e instrucción y una maestría en educación infantil de de la Universidad de Illinois, y una maestría de artes en psicología de consejería de la Universidad Adler de Chicago. Fue profesora de formación docente de educación infantil en la Universidad Millikin, y trabajó por más de 25 años como maestra, trabajadora social y consejera. Colaboró recientemente con la Profesora Debbie Reese en una adaptación para lectores jóvenes de An Indigenous Peoples’ History of the United States, escrito por Roxanne Dunbar-Ortiz. Desde hace mucho tiempo la Profesora Mendoza se interesa en la literatura infantil, lo que se ve reflejado en sus repasos de libros para niños como los que aparecen en el libro A Broken Flute y en el blog American Indians in Children’s Literature. Jean y su difunto esposo Durango tienen cuatro hijos, ya adultos, y seis nietos. Ella vive en Urbana (Illinois).

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Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Programa preescolar
  • Hogar
  • Hogares-de-cuidado; Cuidado de niños en familia
  • Centro de cuidado infantil

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Padres, madres y familiares
  • Profesores e instructores

Edad de los niños sobre los que trata el artículo:
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Revisado: 2022