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Heather Goergen y Rachel Ratliff
Heartland Community College Child Development Lab
Normal (Illinois)
2022

El Proyecto de limpieza se realizó durante un plazo de dos meses en el aula de bebés y niños menores de 3 años en el Laboratorio de Desarrollo Infantil del Colegio Comunitario Heartland, ubicado en Normal (Illinois). El Laboratorio de Desarrollo Infantil es un centro inclusivo de día completo. Cinco o seis niños entre las edades de 6 meses y 3 años participaron. Las maestras colaborativas desarrollamos este proyecto junto con los niños.

Fase 1. El comienzo del proyecto

Empezamos el Proyecto de limpieza partiendo del interés que observamos en los niños. A muchos les encantaba ayudar a las maestras a limpiar el salón de clases. Esto incluía utilizar botellas de rociar, trapos y toallas de papel para limpiar las mesas (vea la Figura 1). También expresaban un interés en barrer con las escobas y los recogedores. Los niños podían representar en forma verbal tanto como no verbal sus comprensiones y experiencias iniciales sobre el tema. Podían decir palabras como las de escoba, barrer, basura y toalla. A pesar de ser tan pequeños, muchos conocían el uso correcto de las herramientas. Por ejemplo, podían rociar cosas con la botella rociadora, limpiar cosas con una toalla, barrer con la escoba, recoger polvo con el recogedor y verterlo en el basurero.

Figura 1. Les encantaba a los niños ayudar a las maestras a limpiar el salón de clases.

Para empezar el proyecto, creamos una red de maestros y agregamos observaciones y comentarios de los niños. Íbamos apuntando sus conocimientos en la red mientras escuchábamos más palabras y notábamos que más cosas llegaban a interesarlos (vea la Figura 2).

Figura 2. La forma inicial de nuestra red de maestras nos ayudó a organizar el conocimiento básico de nuestros niños.

Después de recoger esta información, presentamos a los niños diversos libros de no ficción sobre la limpieza. Finalmente, agregamos a nuestro centro de la casita varias herramientas de limpieza que los niños podían explorar, inclusive escobas, recogedores, trapos, recipientes vacios para jabón, toallas de papel, un pequeño basurero y unos baldes (vea la Figura 3).

Figura 3. Agregamos varios utensilios de limpieza a nuestra área de la casita para que los niños pudieran hacer de cuenta que limpiaban juntos.

Los nuevos objetos de limpieza les interesaron inmediatamente a los niños, quienes los utilizaban a varias horas del día sin que se les llamara la atención sobre ellos. Nos sorprendía ver que la mayoría de los niños los utilizaban de maneras en que podrían haber observado que los adultos los usaban tanto en casa como en el aula. Hacíamos preguntas de manera informal sobre las herramientas que utilizaban y decíamos las palabras asociadas a las mismas. Tomábamos fotos e hicimos un libro de imágenes y palabras con fotos de varios utensilios junto con sus nombres.

Por lo general, nos planteamos el proyecto como una exploración sin ninguna expectativa predeterminada. Observábamos mientras la curiosidad que sentían los niños iba creciendo y cambiando, y ajustábamos el proyecto para seguir adonde ellos querían ir. Presentábamos nuevos objetos y experiencias para ayudarlos a practicar el uso de las varias herramientas de limpieza. Algunas de las experiencias incluidas en el aula general eran dirigidas por los niños, y otras eran más dirigidas por las maestras y requerían algo de supervisión. Por ejemplo, era necesario que las maestras supervisaran las actividades de pintar con escobas y pasar la aspiradora.

Fase 2. El desarrollo del proyecto

Los niños exploraban una gama amplia de utensilios de limpieza durante todo el proyecto. Cambiamos el arreglo de nuestra área de la casita para integrar herramientas reales de una manera más auténtica y casera para que los niños pudieran tener acceso a ellas durante su juego. Las incorporábamos a las actividades de cada día y apoyábamos experiencias lideradas por los niños que les ofrecían oportunidades de la independencia y a la vez los animaban a cuidar de nuestra aula y de la escuela al trabajar juntos. Por ejemplo, los niños utilizaron botellas de rociar, limpiavidrios, esponjas, cubos y trapos para limpiar las ventanas de la escuela que daban hacia el patio de recreo. También usaron cepillos y agua jabonosa para limpiar nuestros vagones (vea la Figura 4).

Figura 4. A la izquierda, los niños lavaban los cristales exteriores con trapos y esponjas. A la derecha, los niños utilizaban cepillos y agua jabonosa para lavar nuestro vagón en el patio de recreo.

Cuando ya hacía algunas semanas que hacíamos exploraciones, invitamos al equipo de mantenimiento de la escuela para que trajeran su carretilla de limpieza al aula para mostrarla a los niños. La presentación se limitó a un rato breve para acomodar la tierna edad de los niños. Todos los niños menores de tres años de las cuatro clases asistieron a la demostración. Las empleadas de mantenimiento no solo trajeron su carretilla, sino también pasaron un rato demostrándoles a los niños las diversas herramientas y materiales que utilizaban y explicaron para qué servían. También hablaron brevemente sobre la seguridad con las químicas y hasta hicieron un experimento para que los niños lo observaran. Demostraron cómo el detergente para lavar trastes repele la pimienta negra que flota encima del agua para enseñar que “el jabón ahuyenta la suciedad y las gérmenes”. Los niños estuvieron fascinados por la presentación del equipo de mantenimiento (vea la Figura 5).

Figura 5. Nuestro equipo de mantenimiento les mostró a los niños los materiales de limpieza de su carretilla y los letreros de seguridad que utilizaban al limpiar.

Incorporamos los utensilios de limpieza del aula a algunas actividades dirigidas por las maestras sobre las bellas artes. Por ejemplo, usamos escobillones y esponjas ásperas como brochas de pintar (vea la Figura 6). También incorporábamos canciones, poesías y bailes sobre la limpieza a todas partes del proyecto. Las experiencias de los niños aumentaron su confianza al utilizar las herramientas de limpiar y fortalecieron la relación entre los niños y sus maestras por medio de tales interacciones. Muchas de las experiencias provistas eran accesibles también para los niños de diversas edades que asistían a nuestra clase.

Figura 6. Los niños usaron escobillones y cepillos para pintar en hojas grandes de papel.

Nos comunicamos diariamente con los padres de nuestros niños, así que de manera tanto formal como informal los incluíamos en todo el proyecto. Cuando notamos que los niños llegaban a interesarse en la limpieza, enviamos un email para informar a los padres y madres que íbamos a comenzar un proyecto y los alentamos para que nos contaran cualquier interés o experiencia sobre el tema que notaran en casa. También les mandábamos páginas de fotos durante todo el proceso. Además, exhibimos nuestra red y dibujos y apuntes del proyecto en una pared fuera del salón de clases. Algunos padres y madres se valían de esta exhibición para empezar conversaciones con sus hijos a las horas de traerlos y recogerlos.

También aprovechamos nuestra biblioteca pública local como un recurso para obtener libros sobre la limpieza y apropiados para la edad de los niños, que utilizábamos durante el proyecto. Nuestra biblioteca ofrece “paquetes para maestros” que son recogidos por el personal bibliotecario y contienen los materiales disponibles sobre un tema dado. En nuestra biblioteca se creó para nosotros un paquete excelente con unos libros muy variados. Un libro que les llamó especialmente la atención a los niños era uno sobre los conserjes, que ayudó a crear una conexión concreta entre nuestra investigación y la experiencia con las expertas invitadas (vea la Figura 7).

Figura 7. La biblioteca local proporcionó un libro sobre los conserjes.

A continuación se presenta una lista de todos los libros sobre la limpieza que se incluyeron en nuestro paquete de la biblioteca.

Lista de libros sobre la limpieza

  • Why Do I Have to Make My Bed? (2011), Wade Bradford
  • Max Cleans Up (2002), Rosemary Wells
  • Clean-Up Time (2008), Elizabeth Verdick
  • Clean It! (2010), Georgie Birkett
  • Clifford’s Spring Clean-Up (1997), Norman Bridwell
  • Let’s Clean Up! (2012), Peggy Perry Anderson
  • Germs (2011), Judy Oetting
  • Cork & Fuzz Spring Cleaning (2016), Dori Chaconas
  • Henry Helps Clean His Room (2012), Beth Bracken
  • Pip Squeak (2008), Sarah Weeks
  • Rhyming Dust Bunnies (2009), Jan Thomas
  • Hey, Al (2009), Arthur Yorinks
  • Chicken and Cat Clean Up (2009), Sara Varon
  • Bathe the Cat (2022), Alice B. McGinty
  • The Paper Kingdom (2020), Helena Ku Rhee
  • Five Little Monkeys with Nothing to Do (2014), Eileen Christelow
  • Garbage Collectors (Community Helpers) (2018), Christina Leaf
  • Where Does Garbage Go? (2020), Charlie W. Sterling
  • Garbage Trucks (2013), Cari Meister
  • Garbage Collectors (2015), Rebecca Pettiford
  • Custodians (2017), Erika S. Manley
  • Street Sweepers (2011), Connor Dayton

También suministramos varios libros creados por las maestras sobre los objetos de limpieza que utilizábamos en el aula y un libro con fotos de los niños mientras participaban en varias actividades del proyecto. Además, agregamos a nuestra rutina regular poesías y canciones sobre el lavado de manos.

Los niños representaban lo que aprendían principalmente al jugar y hacer objetos de arte. Puesto que los niños con que trabajamos son de unas edades con un desarrollo verbal muy limitado, la mayoría de su crecimiento se observaba al contemplar el juego de los niños y al interactuarnos en las experiencias provistas. Las obras de arte que los niños hicieron durante este proyecto tenían que ver mayormente con el proceso de crear y hacer experimentos con utensilios alternativos para hacer arte, como escobas y esponjas. Los niños realmente parecían disfrutar la libertad que experimentaban al explorar estos procesos de hacer arte.

Fase 3. La conclusión del proyecto

Para nuestro evento culminante creamos una carretilla de limpieza para nuestro salón de clases, la cual era inspirada por la visita de nuestro equipo de mantenimiento. Usamos un pequeño carrito para muñecas y después agregamos dispositivos de almacenaje y varios materiales de limpieza que habíamos observado en la carretilla de limpieza de nuestras expertas durante su visita (vea la Figura 8). También creamos un libro para nuestra aula que incluía todas las fotos de nuestros niños durante el proyecto. Era nuestra esperanza que los niños volvieran a hojear el libro mucho tiempo después de la compleción del proyecto.

Figura 8. Los niños jugaban a menudo con la carretilla de limpieza.

También se compartía el proyecto con los padres y madres por email y con nuestra exhibición de fotos del proyecto (vea la Figura 9). Además, colaboramos con otras maestras que realizaban un proyecto similar al compartir algunos de nuestros recursos y materiales.

Figura 9. Nuestra pared de exhibición de fotos sobre el Proyecto de limpieza, a mediados de la duración del proyecto. Se incluían fotos de nuestros niños participando en actividades investigativas, junto con títulos y explicaciones breves.

Reflexión de la maestra

El presente proyecto fue el primero que nosotras como equipo de maestras colaborativas hicimos con éxito junto con nuestro grupo de niños, de modo que obtuvimos experiencia muy valiosa. Principalmente, aprendimos a mantener las expectativas muy flexibles y seguir adonde querían ir nuestros niños. Reconocimos que, como con muchas cosas relacionadas a los niños de estas edades, la relación que los maestros entablan con sus niños realmente forma el fundamento necesario para trabajar en un proyecto como éste. Nuestra comprensión de nuestros niños y de lo que les interesaba permitía que el proyecto se desarrollara de una manera muy auténtica.

Nos sorprendió lo mucho que el proyecto duró, en vista de la tierna edad de los niños. Habíamos tratado de hacer otro proyecto unos meses antes con el mismo grupo, pero ya se acabó en como dos semanas. El tema eran los “vehículos”. Notábamos que los niños se interesaban en los carros de juguete, señalaban con los dedos unos carros en el estacionamiento y hacían la cuenta de manejar en nuestro salón de clases, así que comenzamos un proyecto. Al reflexionar sobre por qué este proyecto no avanzó, nos dimos cuenta que los carros y los vehículos no son un objeto físico y tangible en el mundo inmediato de los niños con el que pudieran relacionarse plenamente.

Al comparar esto con nuestro proyecto de limpieza que duró más o menos dos meses, con un interés y participación constantes y sostenidos hasta el final, aprendimos que estos niños muy pequeños necesitan trabajar en proyectos con temas muy literales y tangibles. Seguimos de cerca el interés de nuestros niños y dejamos que el proyecto llegara naturalmente a su fin mientras notábamos que la participación empezaba a menguar. Todavía tenemos muchos materiales de limpieza que están a la disposición de los niños, y algunos siguen utilizándolos con frecuencia.

Nuestro enfoque en este tema empezó con un interés fuerte ya que surgía de una rutina diaria en el salón de clases e implicaba el uso y la exploración de muchas herramientas que los niños habían observado pero no habían explorado. Ofrecía la flexibilidad suficiente como para hacer ajustes y cambios según los intereses de estos niños muy pequeños. Nos resultó posible proporcionarles experiencias significativas a todos los niños de las varias edades con que trabajamos. Al principio íbamos a escoger una sola herramienta de limpieza en que enfocarnos, pero para los niños particulares con quienes trabajamos y con su capacidad de atención tan limitada, tenía más sentido mantener una envergadura más amplia con respecto al tema.

Uno de nuestros niños de un año y medio que despertó el interés inicial en el tema mantuvo la energía durante el proyecto y sacó mucho provecho de la experiencia. Se notaba que la limpieza le encantaba a este niño y verdaderamente lideraba el proyecto y a sus compañeros de maneras que no le habíamos observado hacer antes de esta experiencia. Darle con frecuencia la oportunidad de explorar un tema que le interesaba mucho lo ayudó a crecer de muchas maneras positivas.

Como resultado de este proyecto, los niños aumentaban su independencia, responsabilidad, destrezas de limpieza, crecimiento y confianza. Darles a los niños las mismas herramientas y responsabilidades que observaban que sus maestras utilizaban, además de proporcionarles experiencias abiertas, auténticas y centradas en los niños, eran elementos sumamente valiosos para el éxito de este proyecto.

Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Centro de cuidado infantil
  • Programa preescolar

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Profesores e instructores

Edad de los niños sobre los que trata el artículo:
Revisado: 2023