Mary Keltner
Valeska Hinton Center
Peoria, IL District #150
2020
Durante el año escolar nuestra clase se había enfocado en colaborar con la clase de autismo y destrezas de vida que se encontraba cerca de nuestra aula. En diciembre mi clase, Verde 2, finalizó un Proyecto de Hornear. Mientras este proyecto estaba en marcha mi co-maestra, Ellen Ramsey, y yo conversamos sobre la posibilidad de una colaboración con las dos clases de ella de educación especial de medio día. El salón de clases Verde 3, de Miss Ellen, está cerca de la nuestra. Nuestras clases habían colaborado previamente al decorar galletas dulces utilizando un péndulo y gozando el pastel en una fiesta sorpresa de cumpleaños.
Como la clase Verde 2 ya había estado investigando el hornear, Ellen y yo decidimos que un buen tema para nuestro proyecto colaborativo podría ser uno de extender la investigación para aprender a cocinar algo que le interesaría mucho a la mayoría de los niños. Lo que escogimos fue la pizza. Sabíamos que esta había sido un tema exitoso para otros maestros (vea El proyecto de pizza).
Fase 1. El comienzo del proyecto
La clase de destrezas de vida de Ellen que se reunía en las mañanas y su clase de educación especial de las tardes invitaron a nuestros niños a venir a su aula y ayudar a hacer una pizza de los ingredientes básicos. Los niños de Verde 2 dieron un modelo de cómo votar por un ingrediente favorito y participar en una conversación de la clase (vea la Figura 1). Trabajaron con los niños de la otra clase poniendo las manos sobre las suyas para hacer una pizza.
Este proyecto es solamente un ejemplo de cómo los niños de las tres clases llegan a conocerse unos a otros y forman relaciones entre sí. Nos agradaba muchísimo la manera de que nuestra clase va desarrollando la empatía por otros niños que necesitan una ayuda adicional.
Durante nuestra investigación de la pizza, los niños de Verde 2 leyeron The Little Red Hen Makes a Pizza (La gallinita roja hace una pizza) de Philomen Sturges. Mientras leíamos este cuento, los niños empezaron a sacar la conclusión que los productos crudos como tomates, granos de trigo y leche se convierten en los ingredientes de la pizza. Para extender esta comprensión, hicimos un mapa de puentes que señalaba los puntos similares. En su mapa (vea la Figura 2), los niños decían, “Los tomates hacen la salsa roja, como la harina hace la pasta, como la leche hace el queso”. Después de que entendieran cabalmente este concepto, podíamos extender su comprensión sobre cuáles productos crudos se procesaban para hacer otros ingredientes.
Como parte de nuestro Proyecto de pizza, los niños querían averiguar cómo los maestros y el personal del centro cortaban sus pizzas. Hay cinco aulas en cada sección de nuestro edificio. Los niños se formaron en grupos de cinco y cada grupo hizo encuestas en su propia sección. Cada niño tomó su turno al preguntar a un empleado del centro cómo cortaba su pizza. Luego colaboraron con su grupo para apuntar las respuestas (vea la Figura 3).
Después de recolectar sus datos, los niños descifraron la información y conversaron sobre ella con su grupo. Para ayudarlos a interpretar sus datos, fijamos las hojas con cinta en una hilera y contamos todos los puntos. Los niños se ofrecieron para escribir el número que representaba cuántos puntos estaba en cada hilera. Hablamos sobre cuál hilera tenía más puntos y cuál tenía menos (vea la Figura 3). Hallaron que en cierta sección del edificio todos los adultos cortaban su pizza con un cortador de pizza.
Fase 2. El desarrollo del proyecto
Dos expertos invitados, Miss Jasmine y Mr. James, visitaron nuestra clase durante el Proyecto de Pizza. Podíamos compartir un poco de esta experiencia con la clase de Miss Ellen. En la visita de Miss Jasmine ella nos contaba cómo se hace una pizza y en la visita de Mr. James, focalizó en cómo se entrega las pizzas. En anticipación de sus visitas, los niños idearon varias preguntas. La que más les interesaba tenía que ver con cómo se mantiene caliente la pizza mientras se está entregando a la casa. La clase desarrolló varias hipótesis, entre ellas el que el motor del carro mantiene la pizza caliente (vea la Figura 4). Cada niño votó que sí o que no para indicar si pensaba si esta predicción era correcta. Después de votar, les presentamos las preguntas a Miss Jasmine y Mr. James junto con varias otras preguntas (vea la Figura 5).
Hicimos un mapa de secuencias para ayudar a los niños a entender cómo la pizza llegaría en la escuela. Un mapa de secuencias da una explicación visual de la secuencia de unos eventos. Hablamos sobre la palabra sequence (secuencia) e hicimos lluvias de ideas sobre lo que pasaría primero, segundo, tercero etc. Yo hice dibujos sencillos para representar las palabras de los niños (vea la Figura 6).
Ya que este proyecto duraba tanto tiempo, de vez en cuando les pedimos a los niños que hicieran lluvias de ideas de las cosas sobre las que les gustaría aprender más. Esto nos permitía a las maestras verificar que el proyecto todavía fuera relevante e interesante para la clase, y guiaba nuestra instrucción en cuanto a qué hacer luego con el proyecto.
Mientras el proyecto continuaba, los niños de la clase Verde 3 construyeron su propia pizzería con hornos en el área de juego dramático. Los niños crearon una lista de todas las cosas que pensaban que deberían venderse allí y las cosas que querían tener disponibles para utilizar en esa área. Con alguna orientación, los niños construyeron sus propias pizzas, panes y pasteles horneados para vender (vea la Figura 7). Los niños de las clases de Miss Ellen ayudaron a romper el papel y fijarlo con pegamento a los círculos que los niños de Verde 2 habían trazado y recortado.
Nuestro departamento de fisioterapia ayudó a facilitar el proyecto de pizza. Por ejemplo, los niños de las dos clases escucharon el cuento “Pete’s a Pizza” de William Steig. Después de escuchar el cuento, los niños participaron en una actividad de motricidad gruesa. Hicieron una pizza de fantasía a base de tela, papel roto, pompones de calor café y círculos rojos de espuma-plástico para hacer modelos de pizzas. Los niños tenían que juntar las piezas y hablar sobre la secuencia de los ingredientes que se agregaban primero, segundo y así por el estilo.
También aprendieron sobre este concepto al leer y hacer un mapa de secuencias. Después de elaborar su pizza imaginaria, los niños alternaron en “entregar pizzas” al salón de clase de los demás y contestar la puerta cuando el repartidor tocara. Esta experiencia ayudó a los niños a practicar las interacciones sociales y también a aprender a canjear dinero por las cosas que compraban. Se expandió esta actividad en nuestro salón de actividades de motricidad gruesa con el uso de carretillas. Los niños agarraban una caja de pizza y la llevaban por el aula usando las piernas para fortalecer los abdominales. Cuando llegaban a unos escalones, los subían y tocaban a la puerta para entregar la pizza. También colaboramos con nuestra aula de niños sordos y con discapacidad auditiva para aceptar las entregas de pizza.
Fase 3. La conclusión del proyecto
En la conclusión de nuestro Proyecto de Pizza, los niños de la clase Verde 3 pudieron encargar pizzas de dos tiendas distintas. Nuestra primera pizza se la pidió de Little Caesars. La mamá de un estudiante trabajaba allí, y nos daba la oportunidad perfecta de explorar directamente cómo se encarga una pizza. Comenzamos este proceso con una tabla de elecciones tradicional (vea la Figura 8).
No obstante, esto no informó a la clase cuántas pizzas teníamos que pedir. Entonces, tomamos la información de la primera gráfica y la usamos para hacer un gráfico de sectores que estaba dividido en ocho rebanadas. Mientras movíamos las fotos de los niños, ellos tenían que descifrar si tuviéramos que agregar una pizza más, o si solo una seria suficiente para servir el número de niños que habían elegido ese tipo de pizza (de salchicha o de pepperoni). Este proceso ayudó a los niños a aprender sobre las partes y el entero (vea la Figura 9).
El tablero de proyectos de nuestra clase se iba actualizando constantemente con los mapas de árbol que los niños ayudaban a formar, además de artefactos y evidencia de su trabajo. Manteníamos al día a los padres y madres con nuestro boletín, y planeamos un evento culminante para toda la escuela. Queríamos ayudarlos a aprender del valor del trabajo en proyectos.
Para este evento creamos una exhibición sobre cada fase del proyecto. Las dos clases, Verde 2 y Verde 3, participaron en la documentación del Proyecto de Pizza. Verde 3 proporcionó el tablero de noticias que se utilizó para la exhibición y Verde 2 contribuyó los mapas y gráficos hechos por nuestra clase.
Reflexión de la maestra
He trabajado en proyectos desde el principio de mi carrera profesional. No obstante, este fue el único que ha durado más de tres meses. Durante el año escolar anterior, Ellen y yo decidimos que queríamos colaborar para proporcionarles oportunidades enriquecidas de aprendizaje a todos los estudiantes. Este proyecto me desafió para que me enfocara verdaderamente en las necesidades diversas de nuestra población y adaptar mi estilo instructivo para ayudar a todos nuestros estudiantes a aprender.
Me impresionó la colaboración que ocurrió entre los estudiantes de dos ambientes instructivos enormemente diferentes, y la empatía que se desarrolló no solo entre nuestros estudiantes, sino también entre el personal. Este proyecto ha creado un vínculo basado en aprender juntos, que ha continuado y prosperado entre otras clases de nuestra escuela.
Durante este proyecto me encantaba ver que los niños de desarrollo típico de nuestra clase aprendieran a colaborar con los niños con discapacidades de un aula cercana. Al principio de su participación en el proyecto, los niños de las tres clases se sentían nerviosos acerca de visitar las otras aulas. Pero para el fin del proyecto, observamos que un niño que nunca antes se había relacionado con otros niños al jugar se sentó y compartió bloques Lego con otro niño. Contemplábamos mientras niños de desarrollo típico aprendieron a aceptar y ayudar a los niños que tenían varios tics y necesitaban ayuda con las manos y modelos visuales. Aprendieron la paciencia y la empatía.
Este proyecto ofrecía una gama muy amplia de métodos para evaluar los conocimientos adquiridos por cada niño. Los descubrimientos de cierto niño quedarán en mi memoria durante mucho tiempo en el futuro como algo importante en el trabajo de proyectos. Este niño estaba lleno de vida pero no le gustaba contestar preguntas durante las actividades de grupos.
Mientras hacíamos la lección de averiguar cuántas pizzas debíamos de pedir, este niño fue el primero en deducir que teníamos que encargar una pizza más. Se dio cuenta que había más niños que los que podrían alimentarse con una pizza de ocho rebanadas. El orgullo que este niño sintió y expresó al dar la respuesta se quedará para siempre en mi memoria. A partir de aquel momento pareció estar cambiado, ya que esto le dio la confianza de participar en conversaciones de toda la clase.