Los niños pequeños van aprendiendo a manejar su conducta y sus emociones. A veces pueden estar descontrolados y necesitan que un adulto les ayude a tranquilizarse y aprender a expresar sus emociones de maneras apropiadas.
- Toma un descanso
A veces los niños necesitan algo de tiempo para manejar sus emociones. Algunos adultos llaman a esto un “time out” o “tiempo fuera”. Cuando un niño tiene comportamientos peligrosos como morder o pegar, puede ser que quien lo cuida tenga que alejarlo de la situación para ayudarlo a volver a enfocarse en decisiones apropiadas que no causen peligro. - Quédate cerca
Quédate cerca de un niño durante un descanso, especialmente cuando sus emociones son intensas. Ayuda al niño a tranquilizarse para que pueda volver al grupo o la actividad. - Enséñale a tranquilizarse
Enséñale estrategias como respirar profundamente, abrazar un peluche o contar hasta 10. - Haz un plan
Habla sobre lo que se planea para después, luego de tratar la conducta difícil y cuando el niño ya se ha tranquilizado. Dales cumplidos a los niños por sus comportamientos apropiados, así los ayudarás a aprender lo que esperas de ellos.