Es un hermoso día para salir al aire libre con los niños. Aproveche la oportunidad para ayudarlos a investigar las acciones, el movimiento y otros elementos del baile mientras están afuera.
Ayude a los niños a practicar los movimientos coordinados del cuerpo que forman una parte importante del baile.
- Enseñe a los niños los movimientos de bailes folclóricos, bailes en líneas y en círculos, para que bailen juntos. Utilice juegos conocidos también, como “la víbora del mar”. Señale acciones de seguir, llevar la delantera, pasar al lado de otros niños y conectarse con ellos. Luego ¡bailen para divertirse! (Nota: el terreno herboso puede tener peligros escondidos, y es difícil mover una silla de ruedas o andadora en la hierba. Vaya a un área pavimentada y barrida de cualquier cosa que podría lastimar a los niños).
- Pida a los niños que piensen cómo sería bailar sobre variadas superficies. Por ejemplo: “¿Cómo piensan que se sentiría bailar en el arenal?” Luego deje que pongan a prueba sus predicciones. Invítelos a comparar sus experiencias. “El marchar en la arena, ¿cómo era diferente de marchar en la acera? ¿En la hierba? ¿En la piscina de vadear?”
- Ayude a los niños a organizar una rutina de pasos para bailar o marchar. Haga apuntes para ayudarles a recordar la secuencia: “Min-Yung dice que marchemos ocho pasos. Micaela dice que demos cuatro saltos y luego meneemos los listones”.
- Anime a los niños a bailar utilizando varias partes del cuerpo. Pida que se sienten o se arrodillen y que bailen solamente con el torso y los brazos. Ayúdelos a enfocarse en mover ciertas partes del cuerpo, como las rodillas, los codos o los hombros, al compás de la música.
Invite a los niños a hacer experimentos con el espacio.
- Utilice cuerdas para marcar círculos en el suelo, tan grandes que varios niños pueden ponerse de pie dentro de ellos a la vez. Pida a los niños que bailen dentro de sus círculos sin tocar a nadie. Repita la actividad varias veces, haciendo los círculos cada vez más pequeños. Invite a los niños a hablar sobre lo que hicieron para manejar sus movimientos dentro de los espacios reducidos. Luego haga los círculos más grandes para que al final hagan movimientos grandes.
- Utilice cuerdas, tiza o huellas en la nieve para marcar senderos largos que los niños pueden seguir. No es necesario que sean sencillos ni derechos. Pueden girar, virar e ir bajo los equipos del patio de recreos. Pida a los niños que sigan los senderos mientras baten las palmas de manera rítmica o mientras usted toca alguna grabación de música. Deje que intenten andar al revés también.
- Deje que los niños creen nuevos caminos o escojan la música o las acciones. “Adán dice que agitemos los brazos. Lola dice que demos pasos chiquititos. ¡Tal vez puedan hacer ambas cosas a la vez!”
- Añada accesorios como canastas, campanas o listones. Los niños podrían bailar a lo largo del camino, moviendo los accesorios según les inspire la música. Cuídese de escoger solamente los senderos o aceras que son lo suficientemente anchos como para acomodar las sillas con ruedas y para ser accesibles para estudiantes que usan andadores.
Nota: algunos niños del grupo tal vez sean de familias en cuyas religiones no se permite el baile. Con tacto, pregunte a sus padres que le expliquen específicamente lo que no se permite. Por ejemplo, ¿podría el niño jugar a “Seguimos el jefe” si no se está tocando ninguna música?