
A veces se le hace difícil a un niño escuchar que un compañero le diga que no. Los adultos podemos ayudar a estos niños a utilizar estrategias de comunicación y recuperarse de las dificultades con los amigos.
Los niños dicen que no
Está bien que un niño le diga que no a otro niño en el aula, el patio de recreo o una cita para jugar. Los niños pequeños tienen sus propios deseos y necesidades singulares. Están aprendiendo a expresarse y a veces para comunicarse bien hay que decir que no. Esto se trata de fijar un límite. Por ejemplo, un niño puede decir que no cuando se le pregunta si le gustaría probar un bocadillo o si quiere escuchar que se lea un cuento otra vez. Además, los niños pueden decir que no cuando se les pregunte si otro niño puede unirse a ellos en una actividad de hacer rompecabezas. Un niño no necesariamente está alterado o poco amistoso si dice que no. Sencillamente puede ser que se está fijando en el rompecabezas o que quiere trabajar solo en aquel momento.
Se dijo que no. ¿Qué va a pasar luego?
Está bien escuchar el “no” en el salón de clases. Sin embargo, para algunos niños está difícil escuchar que se les diga que no, especialmente si quien lo dice es un amigo. Los niños pueden experimentar emociones intensas al escuchar un “no” al sentirse enojado, alterado o triste. Las técnicas de tranquilizarse, como respirar profundamente o tomar un descanso, pueden ayudar a estos niños a recobrarse.
Los niños pequeños pueden necesitar la instrucción personal de un adulto cariñoso para aprender a probar varias opciones que son reacciones apropiadas al “no” de un compañero. Los métodos deben de ensayarse junto con un adulto, y el niño se sentirá confiado para utilizarlos por su cuenta después. Estas estrategias pueden ayudar a un niño a desarrollar la capacidad de recuperarse para que pueda jugar y comunicarse bien con otros. A continuación se dan algunos ejemplos.
- Si unos compañeros le dicen a un niño que no puede jugar con ellos, les puede decir, “Okey, tal vez juguemos otra vez”, y puede ir a otra actividad o jugar con otro juguete que hay disponible.
- Se puede pedir ayuda a un adulto. Así el niño puede obtener el apoyo del adulto para tomar una buena decisión y resolver la situación con las palabras, con la meta de que el niño progrese para ser independiente de los adultos en el futuro.
- Se puede decir, “Okey, voy a volver en cinco minutos”, y luego pedir ayuda a un adulto para fijar un cronómetro. Cuando suene, se puede permitir que el niño tome un turno en la actividad. En este caso puede ser útil que el maestro juegue junto con los niños para dar un modelo de jugar juntos exitosamente.
Evite la exclusión
Es importante que los educadores notemos y observemos cuando cierto niño parece quedar excluido en forma constante del juego o de las actividades con los compañeros. En tal caso, puede ser útil leer a toda la clase libros sobre la amistad y la comunidad en el aula. Se puede marcar una diferencia hablando sobre la exclusión y cómo nos hace sentir durante las juntas de la clase.
Recursos de IEL
- Lista de recursos: Helping Young Children Resolve Conflicts