Cómo conversar con los niños pequeños sobre las armas de fuego y la seguridad 

Los niños pequeños pueden tener experiencias y encuentros variados con las armas, dependiendo de su familia y su comunidad. Algunos niños pueden encontrar los rifles con regularidad con sus familiares que cazan o practican en campos de tiro, y puede ser que asocian estas armas con el alimento y la recreación. Otros niños pueden verse afectados por la violencia doméstica o en la comunidad, y para ellos las pistolas pueden estar vinculadas con el peligro y el trauma continuo. Y aún otros niños y sus familias puede ser que solamente han visto las armas en la televisión o en videojuegos.  

Independientemente del contexto, muchos niños y familias se ven impactados por las armas de fuego. En este blog se describirá cómo los cuidadores pueden hablar con los niños sobre la seguridad y las armas.  

Reconozca los pensamientos y sentimientos de un niño

Los adultos podemos hablar sobre las armas y la seguridad de una manera apropiada al desarrollo cuando notan que un niño hace de cuenta que usa una pistola. Esta puede ser una oportunidad de conversar con él o ella sobre sus experiencias con las armas de fuego o sus pensamientos sobre ellas.  

También podemos ayudar a un niño a identificar las emociones que pueden sentir durante el juego de fantasía al decirles, “Veo que cuando haces de cuenta que llevas una pistola te ves enojado”. También podemos hacer seguimiento leyendo un libro de cuentos sobre temas relacionados.  

Algunos niños pueden sentirse incómodos en la escuela o en casa, sobre todo si han visto o escuchado noticias sobre los tiroteos. Es importante ayudar a un niño a sentir que está seguro y no corre peligro en casa ni en la escuela. Los cuidadores pueden decirle: “Los adultos estamos para mantenerte seguro. En la escuela, tus maestros te protegen y en casa, tu familia te protege”.  

Enseñe sobre la seguridad y la responsabilidad con las armas

Los adultos podemos explicarles a los niños pequeños las reglas básicas de seguridad con las armas usando un lenguaje sencillo. “Las armas son poderosas. No son para los niños. No toques un arma, nunca jamás”. Podemos explicar la diferencia entre la realidad y la fantasía. Se puede decir: “En la tele, a veces los personajes usan pistolas y no parece que se les haga daño. En la vida real, la gente puede ser muy malherida por las armas”.  

Muchos niños pequeños tienen una forma de pensamiento mágico sobre las armas de fuego y la muerte, y creen que después de ser disparado, una persona volverá a vivir. Es importante explicarles cómo las armas de fuego y otras pueden tener un impacto grave y hasta fatal en los niños y los adultos.  

No obstante, los niños no tienen nunca la responsabilidad única de alejarse de las armas. Los niños de un año hasta diez años no son muy maduros, sienten curiosidad y buscan experimentar las cosas explorándolas con las manos. Este comportamiento es típico y es lo esperado para su edad. Es probable que exploren objetos novedosos e interesantes, aun cuando se les dice que no los toquen.  

Siempre es la responsabilidad de un adulto mantener las armas encerradas con llave y fuera del alcance de los niños. También es la responsabilidad del adulto mantener seguros a los niños y monitorearlos. Al visitar nuevos lugares, como las casas ajenas, los padres y madres deben de preguntar si hay armas en la casa y, si es que las hay, si están encerradas seguramente. Estas conversaciones, aunque sean incómodas, son necesarias.  

Buscar apoyo adicional

A veces cuando se habla de las armas de fuego, los niños pueden dar información sobre la vida de su familia que revele situaciones de violencia doméstica o abuso. Si un cuidador tiene sospechas que un niño ha sido lastimado y si se encuentra en peligro de sufrir abuso o descuido, debe informarlo en línea en https://childabuse.illinois.gov. En una emergencia, llame a la línea de atención de 24 horas Child Abuse Hotline en 800-25-ABUSE (800-252-2873). Si un niño está expuesto a un peligro inmediato, llame primero al 911.  

Los niños y los adultos experimentamos los impactos de las armas de fuego en comunidades de todas partes del estado. Podemos tener conversaciones cariñosas con los niños sobre las armas y la seguridad. Los adultos podemos enfocarnos en nuestra responsabilidad de guardar las armas y encerrarlas con llave, sobre todo si hay niños en la casa. Todos podemos colaborar para mantener seguros a los niños en nuestro cuidado.  

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