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Ellie Adamo y Gina Longstreth
St. George’s Episcopal School
Nueva Orleans (Luisiana)
Otoño de 2022

El Proyecto de carros se llevó a cabo en St. George’s Episcopal School, escuela independiente que se ubica en Nueva Orleans y sirve a niños entre el primer año de vida hasta el octavo grado. Once niños, siete hombres y cuatro mujeres, con edades de entre 15 meses y 2 años, participaron en el proyecto. Todos eran estudiantes de la clase Camellia. Además, este fue el primer año de la Sra. Ellie de participar en el trabajo de proyectos.

Fase 1. El comienzo del proyecto

Al comienzo del año escolar en agosto, pronto empezamos a notar patrones en los comportamientos de nuestros estudiantes pre-verbales. En aquel tiempo dependíamos solamente de sus acciones para observar lo que podrían intentar decirnos por medio de su juego.

Notamos que a todos los niños les encantaba jugar con carros de juguete. Parecía que no querían bloques, animales ni ninguna otra cosa que no fuera un carro. Aun cuando sí jugaban con otros materiales, veíamos que querían llevar en la mano un carro al mismo tiempo. Por ejemplo, si jugaban con animales, el animalito debía de estar metido en un carro. Mientras seguíamos observando, tuvimos que determinar cuáles facetas de los carros les interesaban genuinamente para poder iniciar exitosamente un proyecto. Deseábamos ver si su interés estaba focalizado en ciertos carros o en los carros en general.

Estos detalles pudieran parecer de poca importancia en vista de la tierna edad de los niños. Como maestras del aula Camelia, vemos el aprender como un proceso interactivo. Siempre queremos que los niños lleven la delantera en sus actividades de aprender mientras les damos apoyo con las herramientas que necesiten. Notar estos detalles era esencial para el éxito de nuestro proyecto ya que el aprender con propósito ocurre mejor cuando el ambiente o el tema sean inclusivos, motivadores y estimuladores para el niño.

Al principio pensábamos que a los niños les interesaba explorar las ruedas, hacerlas girar y moverlas. Tratamos de animar, investigar y apoyar su interés en las ruedas, pero al poco tiempo nos dimos cuenta que no les interesaban las ruedas, sino el carro total y los carros por lo general.

Mientras las semanas iban pasando, nos familiarizamos más con las maneras de comunicarse de los niños, y su lenguaje se seguía desarrollando. Por lo tanto, nuestro Proyecto de carros ya se puso en marcha. Decidimos que necesitamos entender lo que los niños querían saber sobre los carros. Empezamos a hacer una red de ideas al hacer preguntas a los niños y apuntar sus respuestas.

Los niños tan pequeños necesitan andamiaje para que puedan utilizar el lenguaje como herramienta. Continuamos narrando como locutores deportivos contando lo que hacían los niños y usando palabras para relatar lo que pasaba en el salón de clases. Si un niño señalaba con el dedo un carro rosado y decía “mío”, decíamos, “Quieres el carro rosado”. Recogimos tantos carros de juguete como podíamos para que los niños jugaran con ellos mientras siguiéramos observando y narrando sus acciones como en un programa deportivo.

Leíamos a los niños libros sobre carros y camiones y con frecuencia les decíamos los nombres de las partes. Fijamos a las paredes imágenes de carros de varios colores, y los niños se referían a ellas diciendo sus colores o nombrando partes como la maletera o las ruedas. Los niños hicieron obras de arte con carros haciéndolos pasar por pintura y luego sobre papel. Algunos ¡hasta lavaron los carros en el fregadero! Hicimos la cuenta de ser el Krewe de carros en Mardi Gras. (Un krewe es una entidad que participa en el carnaval Mardi Gras). Los niños utilizaron volquetes y camiones monstruo mientras estaban afuera y hasta recogían arena en las maleteras. Agregamos al vocabulario de los niños los términos “camión de basura” y “volquete” junto con “grúa para vehículos”, “coche de carreras”, “autobús” y “camión monstruo”.

Car Project Fig 01
Figura 1. Bryeson utiliza un volquete para recoger arena.
Car Project Fig 02
Figura 2. Rocco pinta con las ruedas de un carro de juguete.

Fase 2. El desarrollo del proyecto

Para evaluar el conocimiento previo de los niños, hicimos un dibujo de un carro para servir de modelo. Cuando todos nos sentamos para la junta de la mañana, dimos a la Srta. Gina instrucciones sobre qué dibujar para hacer un carro. Los niños la guiaron para que agregara puertas, una maletera y una sirena a nuestro dibujo de un carro. Esta experiencia servía para guiarnos mientras planeábamos las investigaciones futuras.

En aquel tiempo se nos ofreció una oportunidad imperdible. ¡Srta. Rebecca nos invitó para que exploráramos su carro! Durante la reunión de aquella mañana, informamos a los niños sobre nuestra visita futura para examinar el carro de Srta. Rebecca. Les hicimos preguntas y apuntamos sus respuestas y predicciones.

Pregunta: ¿Cuáles partes se van a ver en el carro de la Srta. Rebecca?

Respuesta: Maletera, cristales, sirena en la maletera, bip bip (onomatopeya del claxon)

Pregunta: ¿De qué color será el carro de la Srta. Rebecca?

Respuesta: Rosado, amarillo, anaranjado

Los niños pronosticaron que el carro sería anaranjado. Lo que más los emocionaba era ver la maletera, y hasta pensaban que podría haber sirenas en la tapa de la misma. De acuerdo con sus predicciones, determinamos que les interesaría a los niños saber más sobre los faros de los carros y en qué se distinguen de las sirenas.

Car Project Fig 03
Figura 3. Martin explora el carro de la Srta. Rebecca y se enfoca en las luces traseras.
Car Project Fig 04
Figura 4. Unos estudiantes investigan el asiento delantero.

Durante varios meses, el carro de policía de juguete fue la cosa más popular de nuestro salón de clases. Afortunadamente, el papá de un estudiante es policía y ¡tiene un coche policial! Le invitamos a venir al aula. Pero antes de que pudiera visitarnos, tuvimos que conversar con los niños sobre los vehículos de los policías. Los niños predijeron que el carro tendría sirenas y focos delanteros, e hicieron sonidos como las de sirenas. Preguntamos si pensaban que tendría cinturones de seguridad.

El Oficial Dave bondadosamente nos dejó explorar su carro de policía. Hasta lo limpió para nosotros. Los niños tuvieron la oportunidad de examinar y tocar todo. Encendieron y apagaron las sirenas una y otra vez, ¡tantas veces como querían! Hasta tocaron la computadora. También trajeron nuestro carro de policía de juguete para compararlo con el coche del Oficial Dave. La experiencia era muy emocionante, hasta ser casi abrumadora… ¡un carro de policía real con un policía de verdad! Después de explorar el carro de policía, hablamos de la computadora que estaba dentro del carro, las barras que estaban entre el asiento delantero y el de atrás y la jaula que estaba junto al cristal de atrás.

Car Project Fig 05
Figura 5. Bryeson mira las sirenas de cerca.
Car Project Fig 06
Figura 6. Declan se sienta en el asiento trasero.

Otra oportunidad de investigación práctica surgió cuando averiguamos que un camión escolar iba a venir al recinto escolar. Tuvimos la oportunidad de explorar un furgón escolar y ver lo grande que era. El color era amarillo, tal como los niños habían pronosticado. Trajimos el camión escolar de madera para comparar el juguete con el vehículo real, y hallamos que eran muy similares. Notamos que tanto el juguete como el camión escolar de verdad eran amarillos y tenían ruedas, cristales y una luz en el techo. El bus escolar también tenía faros, espejos y un letrero de alto.

Car Project Fig 07
Figura 7. Unos estudiantes admiran un camión escolar.

Fase 3. La conclusión del proyecto

Durante la junta de la mañana, hablamos de exhibir nuestros conocimientos al construir nuestro propio carro. Preguntamos a los niños qué necesitaría nuestro carro. Volvimos a referirnos a los dibujos y los diagramas fijados a las paredes, y reexaminamos nuestras investigaciones prácticas. Los niños mencionaron lo que pensaban tendríamos que incluir (por ej., focos delanteros, maleteras, puertas, cristales). Hicimos una encuesta a los niños para decidir de qué color sería nuestro carro. Luego les preguntamos si querían construir un carro pequeño o mediano. Decidieron hacer un carro mediano. Para lograrlo, nuestros niños de 1 y 2 años tendrían que colaborar en un equipo. Las maestras dibujamos un carro en una caja de cartón y lo recortamos.

Car Project Fig 08
Figura 8. A la izquierda, unos estudiantes conversan sobre lo que nuestro carro necesita. En el centro, Lottie utiliza nuestro dibujo de un carro para dictar las partes necesarias. A la derecha, nuestra encuesta.

Cuando este trabajo ya estaba completado, los niños empezaron a ensamblar el carro. Cuando estaban reunidos en grupos pequeños, alternaron en cortar y juntar con pegamento y cinta dos grandes cajas de cartón. Les preguntamos si les gustaría turnarse para ayudarnos a cortar la cinta y el cartón. Algunos decidieron ayudar a cortar la cinta mientras otros ayudaban a recortar las ventanas de nuestro carro.

Cuando el carro estaba armado, los niños querían decorarlo. Tratamos de buscar pintura azul de variados tonos, pero no pudimos hallar muchos. Decidimos ayudar a los niños a hacer sus propios matices de verde. A cada niño se le dio una taza de pintura verde y le echaba pintura blanca y amarilla para hacer un tono verde. También los ayudamos a mezclar otros colores, como anaranjado y azul, para ver qué se daría. Les interesaba a los niños verter la cantidad deseada de pintura y mezclar las pinturas con brochas. Una mezcla hizo un color chévere de verde lima.

Car Project Fig 09
Figura 9. Unos estudiantes construyen el carro fijando partes con pegamento y cinta, mezclando pinturas y pintando.

Después de que la pintura en el carro se había secado, fijamos con cinta el dibujo de un carro a un coche ensamblado. Luego metimos sillas adentro y ¡fuimos a dar un paseo! Para presentar lo que se había aprendido, dejamos que toda la clase jugara con el carro de modelo e invitamos a algunos niños de la clase Sunflower (Girasol) a examinarlo.

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Figura 10. Unos niños se divierten jugando con el carro que habían construido.

Los niños aprendieron que los camiones son muy diferentes que los carros, y que éstos son mucho más que vehículos para emergencias. Fue muy interesante observar cómo este proyecto se desarrolló y avanzó durante varias semanas. Los niños de la clase Camelia, que en el principio no más decían “bip bip”, progresaron hasta señalar faroles, camiones de basura, autobuses de la ciudad y coches de carreras, decir “¡Zum!” y pedir camiones grúa cuando un carro de juguete se volcaba. Sienten una curiosidad muy admirable sobre la vida. Nos emociona la posibilidad de discernir qué querrán investigar luego.

Reflexión de la maestra

Al principio las dos maestras teníamos una comprensión básica de los carros, pero nuestros niños de 1 año tenían muy poco conocimiento sobre los mismos. Nuestros estudiantes expresaron un interés intenso en los carros ya que jugaba constantemente con ellos, los indicaban con el dedo mientras estábamos afuera para caminar y se concentraban profundamente en sus carros de juguete. Empezaron a abrir las puertas de juguete y a decir “ruedas”. Sabíamos que este tema sería perfecto para este grupo de niños.

Al reflexionar sobre el Proyecto de carros, yo, Ellie, sentía emoción y orgullo por nuestros estudiantes. Recuerdo que nos preguntábamos, “¿Es posible esto con niños de 1 añito?” ¿Podríamos hacer esto con niños que habían entrado al mundo tan recientemente y que iban aprendiendo nuevas palabras? Lo mejor del Método de Enseñanza por Proyectos es que es liderado por los niños. Esta fue mi primera experiencia con el Método de Proyectos. En este caso, emprender el Proyecto de carros nos ofreció a los alumnos y a las educadoras una oportunidad de aprender por participación directa.

El Proyecto de carros no tenía nada que ver con nosotras, sino que tenía todo que ver con los niños. Casi desde el mismo principio del proyecto, aprendí a poner de lado todas las expectativas de los adultos para el mismo. Fue entonces que el proyecto se puso en marcha: cuando las maestras nos apartamos del trabajo. Los niños de 1 año son muy capaces. La herramienta más importante que podíamos ofrecerles era el lenguaje.

Hablamos sobre los carros durante todo el día. Comenzamos al señalar los colores de los carros de sus padres y progresamos a nombrar varios tipos de vehículos, las partes de carros, etc. Pronto llegamos a sentir el entusiasmo de los niños cuando un alumno señalaba los faros en un carro de juguete y decía “¡Sirena!” No se daban cuenta de que nos hacían así una pregunta. Estaban listos para aprender más que pudiéramos esperar.

Al echar un vistazo para atrás, yo habría empezado el Proyecto de carros sin imponer las expectativas de los adultos. El proyecto se puso a fluir naturalmente cuando dejamos a un lado los objetivos concretos. Cuando ya llegó el momento para que nuestros estudiantes utilizaran su nuevo conocimiento de los carros, dictaron todo lo que nuestro carro necesitaba. No omitieron nada, desde las puertas y los cristales hasta las luces traseras.

Al principio yo pensaba que tendríamos que guiar a estos niños de 1 año más que lo que resultó necesario. Los niños tenían preguntas y nosotras teníamos respuestas. Un proyecto sobre los carros puede ser algo continuo; los carros son comunes en la vida diaria, y nos profundizamos en los elementos básicos con nuestros alumnos de 1 año. Lo más importante de lo que he aprendido de este proyecto es que el Método de Proyectos es provechoso para todos, y hasta los alumnos más pequeños.

Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Programa preescolar

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Profesores e instructores

Edad de los niños sobre los que trata el artículo:
Revisado: 2023