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Susan Salem
Madison Early Childhood Center
Elmhurst (Illinois)
Otoño de 2022

El Proyecto de murciélagos se realizó en Madison Early Childhood Center, centro de la primera infancia que sirve a estudiantes entre los 3 y 5 años de edad en clases de la mañana y la tarde. El financiamiento es proporcionado por el distrito escolar local, el programa estatal Preescolar para Todos y los costos de matrícula.

Veintiséis estudiantes participaron en el proyecto, de tanto la clase matutina como la de la tarde. Diez de los estudiantes tienen IEP, cuatro aprenden el idioma inglés y cuatro reciben fondos mediante la concesión estatal de Preescolar para Todos. El Proyecto de murciélagos duró nueve semanas.

Fase 1. El comienzo del proyecto

Antes de iniciar el proyecto yo, Susan Salem, maestra de educación especial de la primera infancia, invité a nuestra capacitadora instructiva, Sarah Pappas, a ser maestra colaboradora conmigo. Yo necesitaba ayuda para escoger un tema más específico que el de los animales y para empezar a hacer la red inicial. Sarah me acompañó en la reunión del círculo cuando la clase habló de los tipos de animales de los que les gustaría aprender más. Hicimos una red para apuntar las ideas de los niños y para ayudarnos a hacer conexiones entre estudiantes que mencionaron la misma idea que un compañero. Cuando un estudiante compartía una idea que ya se había registrado, yo hacía una tarja para indicar que otra persona tenía la misma idea.

Mientras conversábamos sobre los animales, un estudiante notó que una maestra tenía una curita de Batman (Hombre Murciélago) en el dedo. El estudiante dijo: “¡Batman!” y la maestra preguntó: “¿Batman es un animal?” Varios estudiantes comenzaron a conversar sobre esto y comentaron que un murciélago es animal. Los estudiantes también señalaron varias veces que habían visto murciélagos. Un estudiante dijo: “¡Yo vi uno en mi techo una vez!” y otro estudiante añadió, “Los hay cerca de donde vivo”. Ya que era visible durante toda la conversación que a muchos estudiantes les interesaban los murciélagos, la maestra les preguntó: “¿Debemos de agregar los murciélagos a nuestra lista?”

Después hicimos una red de temas sobre los murciélagos. Los estudiantes expresaron lo que sabían: los murciélagos vuelan de noche, los murciélagos tienen varias partes del cuerpo y se cuelgan con la cabeza para bajo. Aunque los estudiantes no tenían una gran cantidad de conocimiento de fondo, quedaba claro que les interesaba mucho aprender más sobre los murciélagos. Comenzaron a hacer preguntas mientras hacíamos a la red, las cuales apuntamos: ¿Cómo se llama un grupo de murciélagos que vuelan juntos? ¿Dónde viven los murciélagos? ¿Qué comen? ¿Por dónde vuelan?

Para este proyecto, mi expectativa era que se utilizaran las preguntas que los estudiantes hacían para impulsar mi planeamiento de las lecciones. Me sentía emocionada por comenzar el proyecto ya que sabía que los estudiantes habían hecho unas preguntas excelentes que podrían despertar aún más curiosidad sobre los murciélagos. De acuerdo con mi conocimiento sobre estos animales, también sabía que había mucha información excelente que los estudiantes podían aprender mientras hiciéramos más investigación sobre los murciélagos. También era una gran ayuda que nuestra capacitadora instructiva, Sarah, guiara la conversación original. Ella entraba cada tanto a nuestra aula para ayudar a los estudiantes a realizar sus investigaciones y me apoyaba con mis preguntas acerca del trabajo durante todas las fases del proyecto.

Fase 2. El desarrollo del proyecto

Para empezar nuestro proyecto, les leí a los estudiantes un libro sin ficción sobre los murciélagos que tenía imágenes con muchos detalles. Primero les mostré todas las ilustraciones del libro para que los estudiantes se tomaran su tiempo para ver los dibujos, describir lo que veían y hacer preguntas. Anoté sus preguntas en notitas adhesivas y las iba fijando a la tabla mientras surgían. Los estudiantes querían saber lo siguiente: ¿Cómo usan la nariz los murciélagos? ¿De qué está compuesta el ala de un murciélago? ¿Cómo duermen los murciélagos? (vea la Figura 1).

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Figura 1. Comenzamos a apuntar preguntas cuando hicimos nuestra red de temas, y agregamos más preguntas en notitas adhesivas más tarde.

Entonces, creé una experiencia de lectura compartida para mi clase utilizando un poema que había encontrado en Pinterest de KinderByKim, “Bippity Boppity Boo!” (Vea la Figura 2). El enfoque de la poesía era la identificación de los nombres y las rimas. Este poema les encantaba a los estudiantes y pedían leerlo una y otra vez. También le fijé un murciélago de fieltro para hacer interactiva la actividad. Los estudiantes hacían que el murciélago “volara” al compañero cuyo nombre se había mencionado en la rima. Esta interacción mantenía la intensidad de la participación y el entusiasmo de los niños sobre los murciélagos.

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Figura 2. Esta poesía de lectura compartida e interactiva se enfocaba en la identificación de nombres y las rimas.

Hice alguna investigación y recogí materiales a fin de estar preparada para contestar las preguntas de los estudiantes cuando empezaran a profundizar en el proyecto. Traje al aula varios libros con y sin ficción sobre los murciélagos de la biblioteca escolar y de la comunitaria. El área del salón en que se guardaban estos libros pronto llegó a ser muy popular a causa del gran interés y entusiasmo que los estudiantes sentían para leer sobre los murciélagos.

Un día en la reunión del círculo, les pregunté a los estudiantes si sabían cómo se llama alguien que estudia los murciélagos. No estaban seguros. Entonces les presenté la palabra chiropterologist (quiropterólogo). Marcamos las sílabas batiendo las palmas una vez para cada una y practicamos muchas veces la pronunciación de la palabra. Les dije a los estudiantes que se convertían en quiropterólogos y que estudiarían los murciélagos y encontrarían las respuestas a sus preguntas, igual que hace un quiropterólogo. Me parecía que ésto los ayudaba a sentir que el proyecto era algo suyo y que sus investigaciones y trabajos en el proyecto eran muy importantes.

Leímos el libro There Was an Old Lady Who Swallowed a Bat (2002) de Lucille Colandro, y realizamos una actividad de desarrollar el entendimiento (Erin From Creating and Teaching) para que los estudiantes pusieron en una secuencia los eventos del cuento según el orden de las cosas que ella se tragaba (vea la Figura 3). Presenté esta actividad en la reunión de toda la clase, y después estaba disponible durante la hora de los centros. Este libro también ayudaba a los estudiantes a formar una conexión con una de sus preguntas originales: ¿Qué comen los murciélagos?

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Figura 3. Dos estudiantes usan el libro para verificar que su secuencia era exacta mientras vuelven a contar el cuento.

Por medio de la lectura de libros sin ficción, nos dimos cuenta que algunos murciélagos comen insectos y otros comen frutas. También aprendimos que hay dos tipos de murciélagos: los micromurciélagos y los megamurciélagos. Esta información les fascinaba a los estudiantes. Para ayudarlos a distinguir los dos tipos, creamos gestos y una voz baja para utilizar al decir “megamurciélago”, y otro gesto y una voz aguda para decir “micromurciélago”. A causa del interés que sentían, nuestra clase aprendió que el murciélago más pequeño se llama un bumblebee bat (murciélago moscardón) y es tan grande como el pulgar de una persona. El murciélago más grande se llama un flying fox (zorro volador filipino).

Para ayudarles a los estudiantes a contestar su pregunta sobre dónde viven los murciélagos, traje dos fotos en que se veían murciélagos en una cueva y otros en un árbol. Cuando hicimos la red de temas original, un estudiante había dicho que creía que los murciélagos vivían en arboles pero otros estudiantes no estaban de acuerdo, por lo que fue una pregunta interesante para investigar. Las fotos ayudaron a los estudiantes a aprender que los murciélagos viven tanto en arboles como en cuevas. Toda la clase conversó sobre cómo hacer que nuestra área de juego dramático se pareciera más a un hábitat de murciélagos. Los estudiantes sugirieron inmediatamente que hicieran una cueva porque ya teníamos el modelo de un árbol en el aula. Ésto llevó a la creación de una cueva de murciélagos en nuestro centro de juego dramático.

Para crear la cueva para los murciélagos, agarramos una caja grande de cartón, y los estudiantes pintaron un lado de negro para representar la oscuridad en el interior de la cueva. Pintaron el exterior de gris para representar la piedra (vea la Figura 4).

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Figura 4. Los estudiantes usaron rodillos de espuma para pintura, brochas grandes y pintura tempera para crear una cueva de murciélagos. Esto también los hizo utilizar los músculos grandes.

Una vez que se había pintado el cartón, doblamos la caja en la forma de una cueva. Yo agregué redes, disfraces de murciélagos, batas blancas como las de quiropterólogos, fotos de murciélagos, lupas, una computadora de juego, libros sin ficción sobre los murciélagos, cinta para medir, pizarritas blancas y marcadores de pizarra. Todos estos materiales permitían que los estudiantes hicieran los roles de ser un murciélago en la cueva o un quiropterólogo que estudiaba los murciélagos (vea la Figura 5).

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Figura 5. Dos estudiantes hacían de cuenta que eran murciélagos que se colgaban en la cueva

Cuando aprendimos sobre los diversos tipos de alimento que comían los micromurciélagos y los megamurciélagos, agregamos estos alimentos al centro.

Para profundizar el entendimiento de los estudiantes sobre cómo los murciélagos obtienen su comida, les enseñé un video en cámara lenta de un murciélago que usaba el ala para traer insectos a la boca. Leímos Amazing Bats (2005) de Seymour Simon y aprendimos que la cantidad de insectos que los murciélagos comen es comparable a que un ser humano comiera 20 pizzas en una noche. Entonces toqué una grabación en audio de un murciélago que usaba la ecolocalización para hallar el alimento. Me asombró lo silenciosos que los estudiantes estaban mientras escuchaban atentamente para oír el chillido de cada murciélago. Cada vez que oían un sonido se emocionaban mucho, pero entonces volvieron rápidamente a estar silenciosos para oír el siguiente sonido.

También aprendimos que no todos los murciélagos usan la ecolocación. Por ejemplo, los megamurciélagos, que comen frutas, no la utilizan. Los estudiantes aprovecharon este conocimiento, inclusive la palabra echolocation (ecolocalización), para mejorar su juego de fantasía en el centro de juego dramático. Los estudiantes hacían de cuenta que eran micromurciélagos al hacer un chillido, y entonces los estudiantes que se hacían de quiropterólogos sabían que debían de alimentarles con insectos.

El juego dramático de los estudiantes reflejaba su conocimiento profundizado sobre los murciélagos. Por ejemplo, observé que un estudiante vestido de quiropterólogo utilizó una cinta de medir para hallar la envergadura de un compañero vestido de murciélago.

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Figura 6. Un estudiante hace el papel de quiropterólogo y mide la envergadura (es decir, el largo de los brazos) de un estudiante que se hace de murciélago.

Esto llevó a una pregunta nueva: ¿Qué tan ancha es la envergadura de un murciélago? Hicimos investigación y hallamos que la mayor envergadura documentada de un murciélago era 6 pies (180 cm). Luego creé alas de murciélago de 6 pies de ancho y las fijé a un tablero de noticias como referencia. Usé cinta de medir y anoté el largo de la “envergadura” de cada estudiante. Fijamos la cinta al tablero de noticias para que los estudiantes compararan su envergadura con la del murciélago (vea la Figura 7).

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Figura 7. Los estudiantes midieron y compararon sus “envergaduras” con la envergadura más grande de un murciélago de la que se tenía constancia.

Para estimular la participación de las familias desde el principio, les envié un boletín para explicar que nuestra clase haría un proyecto sobre los murciélagos, y di ejemplos de algunas maneras de que los padres y madres podían apoyar el proyecto en casa. Mientras el proyecto se iba desarrollando, compartí información con las familias sobre el vocabulario nuevo y los conocimientos importantes que sus hijos habían aprendido sobre los murciélagos para que pudieran hablar con sus pequeños en casa y aumentar lo que habían aprendido. También pedí que los padres ayudaran a sus hijos a buscar murciélagos de noche en su comunidad.

Yo quería que todos mis estudiantes tuvieran la oportunidad de ver un murciélago real durante este proyecto, pero nuestras opciones para investigaciones prácticas y expertos invitados eran limitadas. Encargué un espécimen conservado de murciélago para el salón de clases (vea la Figura 8).

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Figura 8. Un estudiante examina el espécimen de murciélago para contar los dedos del animal e identificar sus pulgares.

Mediante este espécimen de murciélago, los estudiantes pudieron analizar de cerca las partes del cuerpo y describir lo que veían. Esto también les ayudó a contestar una de sus preguntas: ¿De qué está compuesta el ala de un murciélago? Observaron que había venas, un pulgar, huesos y cuatro dedos. Estos eran conocimientos nuevos e interesantes para ellos.

Durante este proyecto los estudiantes representaron de variadas maneras lo que habían aprendido (vea la Figura 9). Por ejemplo, crearon sus propios murciélagos. Decidieron si querían hacer un megamurciélago o un micromurciélago. Sabían que su elección impactaría en el tamaño del murciélago que crearan.

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Figura 9. Los estudiantes utilizaron filtros de café de tamaños distintos con acuarelas de azul y morado para crear megamurciélagos y micromurciélagos.

Los estudiantes también completaron un dibujo directo para comunicar su conocimiento de las partes de un murciélago (vea la Figura 10).

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Figura 10. Los estudiantes vieron un video “How to Draw a Cartoon Bat” (Cómo dibujar un murciélago de dibujos animados) de Art for Kids Hub.

Un zoológico que se halla cerca de nuestra comunidad tiene una exhibición sobre los murciélagos. La estudiante de secundaria que trabaja de voluntaria con nuestra clase planeaba visitar el zoo con una de sus clases de high school. Les invitó a nuestros estudiantes a hacer preguntas que ella investigaría mientras estaba ahí. Algunas de estas preguntas eran: ¿Qué tipo de murciélagos tienen en el zoo? ¿Viven en una cueva de murciélagos? ¿Qué se les da de comer? Después de la visita de la ayudante, dio las respuestas mediante las fotografías y videos que había hecho en el zoo. Como resultado, los estudiantes aprendieron que todos los murciélagos del zoológico comían frutas y vivían en una cueva.

Durante toda la Fase 2, yo les mostraba a los estudiantes diversos videos de YouTube para apoyar su proceso de aprender, les leía muchos libros con y sin ficción sobre los murciélagos y también les enseñaba canciones sobre estos animales. Una de sus favoritas era Bats Eating Snacks de NatGeoKids (2018). Esta canción divertida también incluía mucha información sobre los murciélagos. Bo the Bat (2019) de Alma Hammond era uno de sus libros preferidos acerca de los murciélagos. Pedían que se lo leyéramos una y otra vez.

Yo seguía mencionando las preguntas de los estudiantes sobre los murciélagos mientras la oportunidad de contestarlas surgía durante nuestras investigaciones. Guardaba una libreta en el lugar de la reunión del grupo grande para que cuando un estudiante hiciera una pregunta nueva o compartiera algo que había aprendido, yo podía apuntarlo para agregarlo más tarde a nuestra red original. Me di cuenta que nos acercábamos al fin de la Fase 2 mientras reflexionaba con los estudiantes sobre cómo habían hallado las respuestas a sus preguntas por medio de sus investigaciones. ¡En verdad se habían hecho quiropterólogos!

Fase 3. La conclusión del proyecto

Para culminar nuestro proyecto de murciélagos, hablé con cada estudiante sobre lo que ya sabía sobre estos animales, y grabé en video lo que dijo. Utilicé los videos y varias fotos para crear un video WeVideo sobre el Proyecto de murciélagos. Este video se compartió con la clase y con sus padres.

También le presenté a cada estudiante un certificado para expertos sobre los murciélagos porque ya eran oficialmente quiropterólogos (vea la Figura 11).

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Figura 11. Durante una reunión de toda la clase, les presenté certificados a los estudiantes. Hablé con tonos muy formales y los llamé por sus primeros nombres y sus apellidos. Esto les encantó a los estudiantes y se dieron aplausos unos a otros mientras recibían sus certificados.

Compartí el proyecto con los padres y madres también al exhibir todas las representaciones de lo que se había aprendido (por ej., un tablero sobre la historia del proyecto, los dibujos con direcciones, la cueva de murciélagos y la lectura compartida) durante las citas para padres y maestros, cuando los familiares tuvieron la oportunidad de visitar el aula. Los padres y madres se sorprendieron mucho al ver que sus hijos hubieran desarrollado un vocabulario tan extensa (quiropterólogo, ecolocación, megamurciélago/micromurciélago, etc.) que ya podían utilizar al hablar de los murciélagos (vea la Figura 12).

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Figura 12. Los estudiantes usaron tarjetas de vocabulario y letras imantadas para practicar su conocimiento de las letras.

Una madre hasta mencionó que había empezado a investigar los murciélagos en casa para confirmar las cosas que su estudiante aprendía y le contaba en casa. Mis estudiantes hacían la cuenta de ser murciélagos en casa y, por lo general, hablaban constantemente del proyecto.

Reflexión de la maestra

Cuando este tema surgió, una de mis primeras preocupaciones era la de asegurarme que el proyecto siguiera enfocada en los murciélagos reales. El Halloween estaba cerca, de modo que varias veces había la posibilidad de que el proyecto se desviara del tema. No obstante, durante todo el proyecto, en realidad hallé que las ideas erróneas y las curiosidades sobre los murciélagos eran intensificadas a causa de la estación del año.

En el pasado he utilizado el Método de proyectos con otros temas. He encontrado dificultades para seguir todo el ciclo de este método. Hallé que este tema seguía interesándome a mí tanto como a los estudiantes. Mi entusiasmo ayudaba a impulsar la emoción de los estudiantes mientras aprendíamos continuamente más cosas sobre estos animales. Los nuevos conocimientos hacían que surgieran aún más preguntas.

Algo más que hice en forma diferente con este proyecto era cuidar de esparcir en el aula cada semana nuevas cosas que ayudarían a mantener el interés de los estudiantes. Cada semana tenemos una pregunta de la semana que los estudiantes contestan al fichar la llegada. De acuerdo con nuestro vocabulario de enfoque o dato de la semana, yo utilizaba la pregunta para hacer una conexión con el Proyecto de murciélagos. Por ejemplo, algunas de nuestras preguntas para firmarse eran ¿Te gustaría ser nocturno? ¿Prefieres dormir en una cueva o un árbol?

Aun después de la conclusión de este proyecto, me di cuenta de que había varios conocimientos interesantes que no tratamos. Reflexioné sobre cómo un tema puede permanecer interesante durante mucho tiempo. Me sorprendió que el Proyecto de murciélagos durara nueve semanas. Utilizar las preguntas originales de los estudiantes para orientar el proyecto y apartar algún tiempo para investigar las respuestas utilizando varias fuentes de información es lo que yo creo que mantenía el proyecto en marcha.

También participaron en el Proyecto de murciélagos Sarah Pappas, capacitadora instructiva; Doreen Comings, patóloga del habla y lenguaje; Sharon Semmelhack, personal escolar; Jamee Kenny, personal escolar; y Emmy Maxeiner, estudiante de secundaria que trabajaba de voluntaria.

Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Programa preescolar

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Profesores e instructores

Edad de los niños sobre los que trata el artículo:
Revisado: 2023