Sarah Pappas
Madison Early Childhood Center
Elmhurst (Illinois)
2021
El Proyecto de Ardillas se realizó en un centro para la primera infancia que sirve a estudiantes de 3 a 5 años de edad en clases de la mañana y de la tarde. La financiación del programa es provista por el distrito escolar local, el programa estatal Preescolar para Todos y los pagos de matrícula. Entre los 26 estudiantes participantes, seis tenían Programas de Educación Individualizada (IEP, siglas en inglés) y cinco aprendían el idioma inglés.
Todos los estudiantes tenían experiencias previas con el Método de Enseñanza por Proyectos. Todo el personal del centro lleva los últimos tres años participando en capacitaciones extensas sobre el Método de Proyectos, y las maestras hemos adaptado la instrucción de modo que ya consta principalmente del aprendizaje basado en proyectos. El proyecto de ardillas duró seis semanas. Las maestras participantes eran Sarah Pappas, Colleen Hohman, Sarah Makinney y Doreen Comings, patóloga del habla y lenguaje.
Fase 1. El comienzo del proyecto
En toda la escuela, las maestras, la capacitadora instructiva y la directora escogimos ocho temas generales para enseñar durante un plazo de dos años. Comenzamos el proceso a compartir todos los “temas” de nuestras lecciones usuales, y luego colaboramos para categorizarlas en temas más generales. Todos los estudiantes aprendían de un solo tema general al mismo tiempo. No obstante, todas las maestras escogimos un subtema más específico para enfocarse en los intereses de los estudiantes. Teníamos por objetivo que las maestras comenzáramos aproximadamente al mismo tiempo. La mayoría de los proyectos duraban entre seis y ocho semanas. Después de realizarse un proyecto, todas las maestras de la escuela realizábamos “mini-proyectos” o temas que habíamos planeado, para progresar al siguiente tema. Estos mini-proyectos duraban aproximadamente tres o cuatro semanas.
El tema general que habíamos empezado a estudiar era “los animales”. Para escoger un enfoque más especifico para nuestro proyecto, yo escuchaba atentamente las conversaciones de los estudiantes y les hacía preguntas orientadoras para identificar un tema.
Un día estábamos hablando de nuestros animales favoritos. Los estudiantes alternaban en expresar sus motivos de preferir cierto animal. Un estudiante dijo, “Mi animal favorito son las ardillas. ¡Las veo en mi patio!” Varios estudiantes expresaron inmediatamente que también veían ardillas en sus patios y “¡hasta corren en mi cerca!”
El día siguiente coloqué una ardilla de peluche en la biblioteca de nuestra aula. Al llegar, los estudiantes la notaron inmediatamente y se entusiasmaron mucho por llevarla por el salón de clases y usarla en sus juegos. El próximo día dejé la ardilla en el centro de artes y pedí que los niños dibujaran una ardilla y me describieran lo que ya sabían de estos animales, y utilizamos el conocimiento de los estudiantes para crear una red de temas sobre las ardillas.
Como llevo varios años implementando el Método de Proyectos, he notado que mientras se hace una red de temas, es común que las ideas equivocadas y las preguntas surjan simultáneamente. Por consiguiente, mientras hacíamos la red, yo había puesto nuestro “receptor de preguntas” al lado de la misma. Los estudiantes ya conocen esta tabla en forma de un signo interrogatorio en que apuntamos sus preguntas. Por ejemplo, mientras los estudiantes expresaban lo que sabían de las ardillas y la escribíamos en nuestra red, también surgieron unas pocas preguntas. Un estudiante de la clase vespertina dijo, “¡Las ardillas nacen de huevos!” Y otro estudiante respondió inmediatamente, “¡No, no es así!” Entonces dije, “Eso suena como una pregunta que tenemos: ¿Nacen las ardillas de huevos?” Luego apunté la pregunta en el receptor de preguntas.
Mientras seguíamos haciendo la red, también se expresaron algunas ideas opuestas sobre lo que hacen las ardillas con sus nueces. Un estudiante dijo, “Se las meten a la boca y las llevan a su nido y luego las guardan para el futuro”, y otro estudiante pensaba que no más comían las nueces. Decidimos agregar también “¿Qué hacen las ardillas con sus nueces?” al receptor de preguntas. El día siguiente repasamos la red de temas y el receptor de preguntas. Pregunté a los estudiantes si tenían otra pregunta sobre las ardillas. ¡Tenían muchas preguntas excelentes! Apunté todas sus preguntas y más tarde las categoricé y agrupé para idear preguntas de enfoque que nos llevarían a hacer unas investigaciones más específicas (vea la Figura 1):
- ¿Las ardillas hibernan?
- ¿Qué comen las ardillas?
- ¿Dónde duermen las ardillas?
- ¿Qué hacen las ardillas con sus nueces?
- ¿Las ardillas nacen de huevos?
El próximo día los estudiantes hicieron pronósticos en reacción a sus preguntas, y apunté sus ideas en la tabla de predicciones. Estas ideas de los estudiantes me permitían entender la base de conocimientos que tenían al comienzo del proyecto y aumentaban el interés y la motivación de los estudiantes para participar en las investigaciones (vea la Figura 2).
Mi expectativa para el proyecto era que el interés de los niños seguiría creciendo mientras iban aprendiendo más sobre las ardillas. Me agradaba que sintieran mucho interés al principio a pesar de las limitaciones que teníamos ese el año escolar con relación al distanciamiento social y las restricciones del COVID. Había algunos estudiantes que aprendían en forma remota desde sus casas y no podíamos hacer ninguna excursión. Ya que las ardillas se pueden observar desde nuestra escuela y desde las casas de los niños, me entusiasmaba que no obstante tendríamos una abundancia de oportunidades de hacer investigaciones prácticas y que todos los estudiantes podrían participar sea en casa o en la escuela.
Fase 2. El desarrollo del proyecto
Para empezar nuestra investigación, recogí varios textos de ficción y de no ficción sobre las ardillas, y comenzamos a leerlos para aprender más. Los estudiantes constantemente nos pedían a mí y a otras maestras en el aula que les leyéramos cosas sobre las ardillas. Gray Squirrels de G.G. Lake y Those Darn Squirrels de Adam Rubin, un libro sin ficción, nos enseñaban que las ardillas hacen nidos de hojas, ramitas y su propia saliva. Esto les fascinaba a los estudiantes. Hay un nido grande en un árbol que está junto a nuestro patio de recreo. Una de las clases del último año hizo un proyecto sobre los arboles, así que preguntamos a los niños de aquella clase qué tipo de nido era y nos dijeron, “¡Es un nido de ardillas!” Lo observamos, y la clase se sentó afuera e hizo dibujos por observación del nido en el árbol (vea la Figura 3).
Los estudiantes ya se preguntaban, “¿Hay más nidos cerca de la escuela?”. Así que hicimos una caminata alrededor de la cuadra. Ya que el fin del invierno estaba cerca y al poco tiempo vendría la primavera, no había ningún árbol en la comunidad que tuviera hojas. En Elmhurst tenemos muchos árboles viejos y altos que rodean la escuela. Todos los estudiantes llevaban tablas con sujetapapeles en nuestro paseo para que llevaran la cuenta de los nidos y las ardillas que hallaran. Mientras caminábamos, observamos a una sola ardilla y hallamos más de siete nidos, por lo que los estudiantes se preguntaban, “¿Dónde están todas las ardillas?” (Vea la Figura 4).
Cuando volvimos a la escuela después de hacer la caminata, hicimos marcas de recuento en una hoja para grabar nuestras observaciones de las ardillas y las nueces. Aprovechamos esta actividad para iniciar una conversación relacionada a nuestra pregunta: “¿Las ardillas hibernan?” Empezamos a conversar sobre esto después de la caminata. Los estudiantes se dieron cuenta de que vimos solamente una ardilla y se preguntaron, “¿Dónde están las ardillas?” Luego les hice preguntas de orientación como “¿Creen que veremos más ardillas cuando ya no haga tanto frío afuera?” Cuando habíamos salido afuera a caminar por la comunidad, la temperatura estaba como 40 o 50 grados Fahrenheit (5 o 10 grados centígrado), así que les pregunté: “¿Adónde creen que van las ardillas cuando hace frío? ¿Cómo se mantienen calientes?” Vimos unos videos adicionales y leímos más libros para aprender cómo las ardillas evitan enfriarse y qué hacen durante el invierno.
Mientras las temperaturas diarias iban subiendo, los estudiantes notaban que más ardillas iban corriendo por la escuela. Cierto día en particular hacía frío y llovía de nuevo y un estudiante dijo, “Las ardillas a lo mejor han vuelto a sus nidos”. Los estudiantes se sentían muy motivados a hacer investigaciones para descubrir las respuestas a sus preguntas sobre lo que comen las ardillas y sus hábitos de hibernación. Para apoyar la investigación de los niños, yo encontré unos pocos videos en YouTube que presentaban información fácil de entender para niños sobre las ardillas. Un video ayudaba a los estudiantes a aprender que las ardillas no hibernan, pero sí duerman durante uno o dos días seguidos durante el invierno y luego salen para hallar las nueces que habían escondido.
Para representar lo que habían aprendido, los estudiantes colaboraron para hacer representaciones tridimensionales de árboles, nidos y ardillas. Yo inicié esa actividad al hacer imágenes de árboles en las paredes de las aulas, y los estudiantes decidieron agregar nidos y ardillas. Se valieron de la información que habían leído en libros y sus observaciones de los nidos que estaban en los árboles de afuera para determinar dónde colocar sus nidos en los árboles. Se cuidaron de poner cada nido en un lugar seguro de una rama muy alta y cerca del tronco para que estuviera en un lugar estable. En el centro de artes dejamos materiales de arte tridimensional y de uso flexible, y yo estimulé el pensamiento de los niños diciendo, “Me pregunta si pudieran usar estos materiales para hacer sus propias ardillas” (vea la Figura 5).
Las familias ya comenzaban a participar en el Proyecto de Ardillas. Me comuniqué con los familiares y esto les animó para ayudar a sus hijos a buscar ardillas y nidos cerca de sus casas. Varias familias me mandaron fotos de nidos de ardillas, y yo imprimí las imágenes para que los niños pudieran describir a la clase lo que habían descubierto.
A través de la ventana de nuestra aula podíamos ver una casa con una cerca. Los alumnos decían que a menudo habían visto ardillas que se subían por cercas. Un estudiante tuvo la idea de hacer una cerca en nuestra ventana y pensaba que tal vez así se engañarían las ardillas de modo que se acercaran a la ventana. Entonces hicimos unos binoculares para verlas a través del cristal. Los estudiantes colaboraron para diseñar la cerca y la colgaron a lo largo de las ventanas de nuestro salón de clases (vea la Figura 6). Hicieron letreros que decían “Observación de Ardillas” y a menudo se paraban junto a las ventanas con sus binoculares y miraban hacia fuera para verlas (vea la Figura 7).
En un video que los alumnos vieron, aprendieron que las ardillas pueden dar saltos de unos 10 pies (3 metros) de largo. Les intrigó este dato y preguntaron, “¿Podemos nosotros dar saltos de 10 pies también?” Les pedí hacer una predicción sobre si pudieran hacer saltos de 10 pies de largo como los de una ardilla. El día siguiente colaboramos para hacer una gran regla en el suelo de nuestra aula que tenía 10 pies de largo. Los estudiantes hicieron el letrero Start (Inicio) y midieron y marcaron la distancia. Luego trataron de ver si pudieran dar saltos tan largos en realidad. La mayoría de los niños dieron saltos de 3 a 5 pies (90 a 150 cm) según nuestra regla. Apuntaron sus resultados debajo de sus pronósticos y se dieron cuenta de que un salto de 10 pies es bastante largo… ¡y difícil de lograr! (vea la Figura 8).
Yo fijé a nuestro caballete de pintores imágenes de ardillas, árboles y nidos, y puse a disposición de los niños pinturas de color verde, café y negro. Los estudiantes se interesaron mucho en pintar árboles y nidos, e hicieron pinturas muy bonitas y detalladas para compartir sus conocimientos (vea la Figura 9).
A causa de las limitaciones que experimentábamos por el COVID, no fue posible que hiciéramos excursiones. Pero sí continuamos dando paseos por la comunidad de nuestra escuela para buscar ardillas y nidos. Los alumnos pronosticaron que mientras más calor hacía afuera, más ardillas veríamos ya que ahora no tendrían tanto sueño. Mientras caminábamos afuera el día de nuestro evento culminante, se entusiasmaron mucho al ver más ardillas.
Una maestra de nuestra clase conoce un experto en ardillas que trabaja de voluntario en el centro de la vida silvestre Oaken Acres Wildlife Center. En este lugar rescatan ardillas y otros animales que viven de la naturaleza, y poco antes habían rescatado ocho crías de ardillas que pesaban 20 gramos cuando se recibieron en el centro. Pudimos ver un video en que el personal del centro Oaken daba de comer a las crías. Les encantaba a los estudiantes observar las ardillitas y les interesaba ver el crecimiento de las mismas a través del tiempo.
Continuamos viendo más videos de las crías mientras crecían y se cuidaban en Oaken Acres. Los estudiantes aprendieron, de los videos y también de leer libros sin ficción, que las ardillas no nacen de huevos sino que crecen en la panza de una mamá. También descubrieron que las crías nacen ciegas y que usualmente viven en el nido durante uno o dos meses después de nacer. Yo subí los videos a la aplicación Seesaw para que los padres y madres también pudieran verlos en casa con sus niños. Les alenté a seguir el centro de Oaken Acres en Facebook para que sus hijos siguieran aprendiendo aun después de la terminación del proyecto.
Durante nuestras investigaciones los alumnos también aprendieron que las ardillas no solo duermen en nidos, sino también duermen y viven en guaridas y madrigueras. Coloqué materiales naturales (por ej., palitos, trozos de corteza de árboles, pequeñas ardillas de juguete y bellotas) en la mesa sensorial, y empezaba a interesarle mucho a los niños construir madrigueras y guaridas como viviendas de las ardillas (vea la Figura 10).
Seguimos proveyendo materiales que ayudarían a los estudiantes a contestar las preguntas de enfoque de nuestro “receptor de preguntas”. Por medio de libros y videos, los niños aprendieron que las ardillas comen flores, frutas e insectos además de bellotas. Vimos varios videos que expresaron la importancia de que las ardillas recogieran nueces y otros alimentos y los enterraran a fin de guardarlos para el invierno. Los estudiantes continuaron haciendo preguntas, como por ejemplo, “¿Cómo hallan alimento cuando está nevando afuera?”
Mientras se iba realizando el proyecto, volvimos a mirar nuestra red y nuestro receptor de preguntas para ver si habíamos investigado lo necesario para contestar todas las preguntas. Apuntamos lo que los alumnos iban aprendiendo junto a la tabla de preguntas y también en nuestras tablas de predicciones al mismo tiempo que seguíamos desarrollando el Tablero de la Historia del Proyecto.
Fase 3. La conclusión del proyecto
Antes de comenzar el Proyecto de Ardillas, la clase había estudiado las obras del autor Ezra Jack Keats. Para concluir nuestro estudio del autor, los estudiantes dieron votos sobre su historia favorita del escritor. También hicimos accesorios de teatro y presentamos un “Teatro de lectores”. Mientras se acercaba el fin de nuestra investigación de las ardillas, dije a la clase, “Huau, todos ustedes han aprendido mucho sobre las ardillas. ¡Se van a convertir en expertos de ardillas! ¿Cómo vamos a presentar todo lo que han aprendido?” Un alumno de la clase de la tarde respondió, “Debemos de escribir un libro y poner un teatro de ardillas, igual que hicimos para Ezra Jack Keats. ¡Podemos pintar el telón de fondo y hacer la cuenta de ser ardillas para demostrar lo que aprendimos!”
Aceptamos esta idea excelente y nos pusimos a desarrollarla. La clase decidió que primero deberíamos escribir un libro sobre las ardillas. Un estudiante dijo, “¡Podemos ser los autores y también los ilustradores!” Todos los niños colaboraron para hacer dibujos de lo que habían aprendido y describieron lo que habían dibujado mientras la maestra apuntaba sus palabras (vea la Figura 11).
Después de esto, los estudiantes colaboraron para pintar telones de fondo para nuestro teatro de las ardillas de modo que parecían estar en el bosque. Hicieron pinturas murales con grandes árboles, nidos, guaridas, madrigueras, tierra y hierba. Luego volvimos a leer el cuento de la clase y preparamos accesorios adicionales según los escritos de los niños. Por ejemplo, un alumno dijo que las ardillas comen fresas, así que sacamos fresas de juguete del centro de juego dramático para utilizarlas en el teatro. Otro estudiante dijo que las ardillas corren por las cercas. Los niños decidieron que debían agregar una cerca al telón de fondo. Otro alumno agregó que las ardillas dan saltos de 10 pies, así que pintamos una regla con los números de 1 a 10 (vea la Figura 12).
Un par de estudiantes colaboraron para hacer una portada para nuestro cuento. Leímos el libro varias veces antes de hacer el teatro para asegurarnos de haber preparado todo lo necesario. Los estudiantes tuvieron una idea excelente de vestir colores de las ardillas el día del teatro, así que me comuniqué con los padres y les pedí su ayuda en escoger ropa de los colores indicados: gris, pardo, negro o rojo.
Hicimos la obra de teatro, una mitad de la clase ante la otra mitad como el “público” (vea la Figura 13); junto con un grupo de actores y otro del público, incluimos a un narrador. Alternamos los papeles y presentamos el teatro dos veces para que todos pudieran tomar los diversos papeles. Una maestra hizo videos y fotos para que pudiéramos presentar nuestro teatro y conocimientos a las familias mediante la aplicación Seesaw.
Al final del teatro, les di a todos los estudiantes una copia de nuestro libro de las ardillas para llevar a casa junto con un certificado de “Experto sobre las Ardillas” en reconocimiento del gran trabajo de la clase. Los niños se sintieron muy orgullosos por sus certificados. Les recordé leer en casa su libro de las ardillas y expresarles a sus familias, amigos y vecinos lo que habían aprendido.
Reflexión de la maestra
Al reflexionar sobre este proyecto, me siento muy orgullosa de mis estudiantes. Sin duda, me enseñaron que aun durante una pandemia, cuando nos encontrábamos con limitaciones y fue un año dificultoso por lo general, había algo que permaneció igual: Los niños sienten mucha curiosidad y les encanta leer. Fue una diversión maravillosa poder participar plenamente en este proyecto con los niños y enfocarnos en aprender y crecer juntos. Resultó que las ardillas fue un tema excelente ya que todos los niños las conocen y las pueden observar.
Este proyecto tuvo mucho significado para mí porque el estudiante que al principio dijo que las ardillas era su animal favorito, era un niño a quien yo trataba seriamente de estimular para que participara más en las lecciones y de fortalecer sus interacciones con los compañeros. Fue muy poderoso ver la participación y el entusiasmo de este alumno durante el proyecto. Durante nuestro evento culminante, el niño se esforzó mucho y colaboró con sus compañeros para hacer un nido que colgaron en el árbol. Los compañeros gozaron de aprender junto con él, y me parecía que el proyecto verdaderamente ayudó a formar una cultura más fuerte en nuestra clase.