Meredith Kennedy y Michaela Martens
Bridgeview Elementary School
LeClaire (Iowa)
2017
Este proyecto era una investigación realizada por la clase preescolar vespertina de Pleasant Valley Preschool Program. Nuestro programa sirve a niños de 3 a 5 años de edad. La clase es inclusiva y consta de 17 estudiantes. El Proyecto de Calabazas comenzó en octubre y duró hasta fines de noviembre.
Fase 1. El comienzo del proyecto
En el otoño la mayoría de los estudiantes empiezan a ver muchas calabazas, sea en las decoraciones de su casa, en una excursión a un huerto de calabazas o en el supermercado. Cuando les preguntábamos sobre lo que habían hecho durante el fin de semana, muchos hablaron de la colección creciente de calabazas en su casa o un viaje reciente al huerto de calabazas. Notamos el interés compartido y decidimos que sería buen momento de comenzar un proyecto sobre este tema.
Nuestra clase tiene acceso a un buen surtido de libros factuales y de ficción sobre las calabazas, y ansiábamos empezar un proyecto al momento adecuado y con oportunidades ricas de formar conexiones con la lectoescritura. Al iniciar este proyecto, teníamos por objetivo que los niños aprendieran sobre dónde crecen las calabazas, el ciclo de vida de las plantas y cómo el fruto puede consumirse.
La semana siguiente trajimos unas calabazas reales y pequeñas al aula para que los niños las exploraran. Además, usamos algunos libros factuales y animamos a los niños a pintar lo que veían. De ahí que los niños empezaban a notar que la calabaza anaranjada tradicional al principio era verde, y ¡nos preguntábamos por qué y cuándo se volverían anaranjadas!
Nos valimos de un grupo privado en Facebook para comunicarles a los padres y madres las cosas que aprendíamos por medio de fotos, videos y apuntes. Pedimos que los padres nos enviaran cualquier foto que tuvieran de los viajes al calabazar, o una calabaza si es que la tenían. Nuestras familias sí enviaban fotos de los niños en el calabazar. Durante nuestra instrucción al grupo grande, miramos una calabaza real grande que uno de los padres había traído. Alentamos a los niños para que dibujaran todo lo que notaban en ella. Presentamos a continuación algunos comentarios de los estudiantes sobre sus dibujos:
- “Hay un tallo y estaba en una vid, y hay lodo en ella.” – JG
- “Tiene semillas por dentro, es grande.”
- “Tiene un tallo, y probablemente semillas por dentro, y es una calabaza. Yo veo rayas en ella también.” – L.A.
- “Es muy redonda.” – G.S.
Los niños utilizaron la exploración manual directa al describir el exterior de la calabaza. Dijeron que el tallo se sentía…
- “Arriscado” – OI, EC
- “Tiene grumos” — AM
- “Duro” – SF, MD
- “Rocoso” – NF
- “Áspero” – CW
- “Con muchas puntas” – HR
- “Calentito” – HG
- “Pesado” — JL
- “Como astilla” – AW
- “Huy” – CP
- “Ay” – ND
El interés de los niños en el tema y su participación con ello seguían creciendo. A algunos de nuestros estudiantes les interesaba explorar calabazas reales. Trajimos diversas calabazas además de herramientas de investigación que incluían balanzas, cintas de medir, lupas y una balanza de gramos. Muchos niños estaban inclinados a usar las calabazas como un modo de aprender sobre el peso, la medición y los números. Hasta medimos el grosor de las calabazas y hablamos de la definición de la palabra circumference (circunferencia). Los niños etiquetaron cada calabaza con su circunferencia.
Los niños empezaban a preguntarse sobre el color del interior de nuestra calabaza blanca. Decidimos abrir una calabaza anaranjada y otra blanca a ver cómo se veían las dos. Nos emocionó y sorprendió ver que las dos eran iguales por dentro. Descubrimos que las dos tenían semillas y pringue. (Más tarde aprendimos que esto se llama pulp, o pulpa). Luego nos preguntábamos cómo un alimento podría hacerse a base de las calabazas. Cuando las abríamos, notábamos un olor muy distintivo. Muchos niños se tapaban las narices o se quejaban del aroma de las calabazas.
Comenzábamos a hablar sobre cómo preparar payes de calabaza ya que esta era una receta que los niños mencionaban a menudo que podía elaborarse con calabazas. Hablábamos de la diferencia entre una calabaza real y una lata de puré de calabaza. También hablamos de los varios olores de los ingredientes a base de calabaza. Colocamos pulpa de calabaza real en un recipiente, y en otro echamos especias para calabaza. Los niños olfateaban los contenidos de cada recipiente e indicaron cómo se sentían acerca de los olores. Podían dibujar una marca en el pizarrón tras olfatear cada recipiente. Descubrimos que a más niños de nuestra clase les gustaba el olor de las especias para calabaza y a menos les gustaba el aroma de una calabaza fresca.
La mayoría de los días, los padres enviaban fotografías de experiencias de tallar calabazas en casa o viajes al calabazar. Antes de que los niños volvieran a casa, pedíamos que se alternaran en explicar su foto o contar lo que hacían en cada foto. Los demás niños de la clase escuchaban y tenían la oportunidad de hacerle al niño más preguntas sobre su foto. Empezamos a pedir que los niños idearan una lista de preguntas sobre calabazas. Hallamos que nosotras mismas sentíamos curiosidad por diversas cosas relativas a las calabazas.
Al final de la semana, pregunté a los niños si había algo más que querían averiguar. Idearon varias preguntas. Yo les pedí hacer pronósticos sobre algunas preguntas. Para el Proyecto de Calabazas, la clase desarrolló una tabla de preguntas, predicciones y hallazgos:
Preguntas sobre calabazas | Predicciones | Hallazgos (agregados durante la Fase 2) |
---|---|---|
¿Cómo se meten las calabazas a un pay? | “Tienes que cortarlas en pedazos muy chiquitos y luego no más puedes meterlos allí.” | Hay que hacer un puré de la calabaza, o hay que comprar el puré enlatado. Es necesario agregarlo a otros ingredientes para elaborar el relleno de un pay. |
¿Puedes comer las semillas? | “Sí” | Sí se puede; la mayoría de la gente prefiere agregar algún tipo de sazonamiento |
¿Qué son los demás ingredientes del pay? | “A lo mejor unas semillas, y no más mételo al horno.” | Los ingredientes eran calabaza, especias para calabaza, leche evaporada y azúcar. |
¿Dónde pueden crecer las calabazas? | “En el calabazar, o en el supermercado.” | Las calabazas pueden crecer dondequiera que tengan tierra y luz del sol. Se venden en las tiendas. |
¿Cómo pueden agrandarse? | “No sé.” | Pasan por cambios en el ciclo de vida, que incluye las semillas, el brote, la planta de calabaza, la calabacita verde y finalmente la calabaza madura. |
¿Dónde puedes conseguirlas? | “En el calabazar o el supermercado.” | Se pueden cultivar las calabazas afuera o comprarlas al calabazar o en un supermercado. |
Fase 2. El desarrollo del proyecto
Habíamos planeado entrevistar a nuestro perito, un agricultor, pero no podíamos concertar los horarios. Realizamos encuestas, cuestionarios, pronósticos, experimentos de cocina e investigaciones. Luego representamos e informamos nuestros conocimientos y comprensiones crecientes de las calabazas por medio de obras de arte, la construcción de modelos, el juego y las conversaciones.
Sentíamos mucha curiosidad por cómo y dónde crecían las calabazas. Utilizamos varios libros factuales sobre las calabazas y aprendimos cómo las calabazas crecían y dónde se cultivaban. Miramos dibujos que representaban las varias fases de la maduración de la calabaza. Los niños recortaban las imágenes y las secuenciaban en orden cronológico.
Luego observamos, tocamos, olfateamos y probamos el interior y el exterior de la calabaza. Mientras explorábamos el interior de una calabaza, usamos múltiples herramientas para abrirla.
Antes de usar cualquier utensilio necesario para cocinar un pay de calabaza, recogimos todos los utensilios en nuestro centro de cocina y animamos a los niños para que los exploraran. Los niños tomaron varias herramientas y hablaron sobre ellas y para qué pensaban que servía cada una. Luego los alentamos para que escogieran una que les parecía más interesante y que la dibujaran. Los dibujos se compilaron junto con una foto del utensilio y se colocaron en un archivador de anillos para compartirlo con las familias durante nuestro evento culminante.
Conversamos sobre las diferencias entre la calabaza fresca y la enlatada en los payes de calabaza. Aprendimos que las calabazas comestibles se llaman sugar pumpkins (calabazas de azúcar). Descubrimos además que tendríamos que cocinar la calabaza primero para darle la consistencia adecuada. Luego hay que rallar el interior para quitarle las semillas y la pulpa. Utilizamos una batidora eléctrica para hacer puré de la parte sólida. Cada niño tuvo la oportunidad de manejar la batidora. Les emocionaba observar la transformación de calabaza sólida en puré.
Luego representamos las calabazas por medio de pinturas, modelos de arcilla, bosquejos y calcos de presión. Después de varias oportunidades de explorar la calabaza, conversamos sobre las cosas hechas de calabaza que comemos. El consenso del grupo era que comemos ¡el pay de calabaza! Entonces hicimos predicciones y documentamos la manera de que se prepara un pay de calabaza y los utensilios necesarios. Una vez creada nuestra receta, ¡elaboramos el pay!
Después de nuestra exploración de los utensilios, revisamos nuestras predicciones sobre los ingredientes necesarias para el pay de calabaza. Las comparamos con una receta real de pay de calabaza e hicimos una lista de lo que tendríamos que comprar en la tienda de abarrotes. En cuanto tuvimos los ingredientes para el relleno y la corteza, ¡comenzamos a hornear! Primero creamos la corteza echando todos los ingredientes a un tazón y luego revolviéndolo todo. Luego amasamos y estiramos la pasta. Usamos las manos y un rodillo de amasar. Una vez que la pasta estaba lista, la colocamos en el molde para pay y usamos los dedos para estirarla.
Después de dejar que la corteza se enfriara, mezclamos el relleno del pay. Probamos el relleno sencillo de calabaza antes de echar los demás ingredientes, y algunos niños dijeron que les gustaba. Cuando echamos algunas especias y leche, los niños dijeron: “¡Ah, esto ya está mejor! ¡Está listo!” Luego ¡echamos el relleno a la corteza y metimos el pay al horno! Horneamos el pay juntos pero más tarde ¡lo probamos en nuestra actividad culminante, una noche para las familias del preescolar!
Fase 3. La conclusión del proyecto
Preguntamos a los niños con quiénes les gustaría compartir su nueva información, y escogieron a sus padres. Ya habíamos estado documentando nuestro proyecto desde el principio y compartiéndolo con los padres y madres por medio del grupo privado en Facebook. Nos parecía muy esclarecedor que las familias pudieran venir a nuestro salón de clases a ver cómo nuestro conocimiento había crecido. También era divertido e importante comunicarles cómo cada actividad animaba el desarrollo de habilidades, inclusivo las social-emocionales, físicas y cognitivas, y las de lenguaje, lectoescritura y matemáticas. Para nuestro evento culminante, hospedamos una noche para las familias. Los niños se esforzaron mucho por hornear un pay de calabaza para compartirlo con sus familias. Cuando los familiares vinieron, se las invitó a andar con libertad por el aula para mirar la documentación y ¡gozar juntos del pay!
Reflexiones de las maestras
Mientras reflejábamos sobre el Proyecto de Calabazas, nos parecía que había una posibilidad de tanto celebración como crecimiento. Nos emocionaba que los niños que todavía iban adquiriendo el lenguaje pudieran explorar la calabaza mediante las observaciones y las actividades. Ansiábamos aprender mediante experiencias de exploración directa, como las de hacer puré de calabazas y hornear juntos el pay. Una de nuestras esperanzas mayores era la de poder incluir en el proyecto a todos los niños, sin importar su nivel de habilidad. Usamos exhibiciones organizadas de fotos y dibujos, videos y tareas diferenciadas para grupos grandes y pequeños para estar seguras de satisfacer las necesidades de todos los niños en la clase.
El proyecto nos aportaba oportunidades de dibujar. La mayoría de nuestros dibujos se hacían mientras los objetos estaban directamente delante de nosotros. Un área de crecimiento posible que nos gustaría explorar sería la de hacer bosquejos de memoria con los niños. Mientras hacíamos dibujos de observación, sí podíamos ver los detalles en que los niños focalizaban mucho al bosquejar. Cuando algunos bosquejos estaban completados, pedimos que los niños se pararan delante de sus compañeros de clase y explicaran las varias partes de sus dibujos. Les daba una oportunidad excelente de practicar la actividad de hablar ante un grupo.
Durante todo el proyecto hicimos modificaciones según lo que les interesaba a los niños. Nos sentimos decepcionadas cuando nuestro perito invitado tuvo que cancelar. Pero nos adaptamos a esta circunstancia ayudando a los niños a realizar investigaciones en libros y varios artículos y videos sin ficción. Cuando los niños hacían preguntas, buscábamos diversos libros que contendrían las respuestas a nuestras preguntas para leerlas durante la instrucción a toda la clase. Notamos que a los niños les interesaba mucho la forma de crecer de las calabazas, pero también empezaban a interesarse mucho en cómo convertir la calabaza en algo comestible.
En nuestro programa, los padres y madres dejan a sus niños en el vestíbulo de nuestra escuela, así que no entran diariamente a nuestro salón de clases. El evento culminante les daba la oportunidad de experimentar el aula misma además del Proyecto de Calabazas por medio de las varias documentaciones compartidas por los niños.