Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos italianos deseaban prevenir el auge de otro dictador en su país. Los ciudadanos de la comunidad de Reggio Emilia creían que un paso hacia esta meta sería la provisión de una educación infantil centrada en el niño. La filosofía y las prácticas de esta ciudad con el tiempo llamaban la atención de un público a nivel internacional. Actualmente, programas para niños pequeños en todas partes del mundo se inspiran en el planteamiento de Reggio Emilia. ¿Cómo lucen los programas inspirados en los de esta ciudad italiana?
Un planteamiento similar pero con muchas variaciones
Algunos programas pueden verse muy diferentes el uno del otro, pero tienen en común muchos elementos básicos. Todos comparten el mismo propósito de animar a los niños a investigar, colaborar y usar la imaginación.
Un ambiente agradable
Según la filosofía de Reggio Emilia, se ve el ambiente como “el tercer maestro” (con las familias y los educadores). Los maestros planean cuidadosamente el arreglo del aula, la luz y los colores y proporcionan materiales de uso abierto, como herramientas, objetos naturales y telas. No hay ningún currículo fijo ni hay ningún plano de planta específico de Reggio Emilia; no se necesitan los materiales costosos ni hay que rediseñar el aula. Los salones de clase reflejan la cultura de su comunidad. Una escuela rural de Illinois y un programa urbano de Italia pueden tener muebles y arreglos muy diferentes.
Niños que participan activamente
La imagen del niño en Reggio Emilia trata a cada estudiante como un individuo único con derechos, inclusive el derecho a ser un socio activo en una educación que respete su curiosidad, creatividad y capacidades. Los maestros fomentan las interacciones de niños con objetos, personas y eventos dentro de espacios que los inspiran y alientan. Un día del programa inspirado en Reggio Emilia incluye tiempo en que los niños pueden planear y realizar investigaciones, estrechar relaciones, jugar y resolver problemas, tanto a solas como en forma interdependiente con compañeros y adultos.
Evidencia creada por el niño sobre lo que ha aprendido
Los educadores inspirados en Reggio Emilia valoran lo que se llama “los cien idiomas de los niños”. Animan a los alumnos a expresar con libertad el conocimiento, las ideas y las preguntas de diversas maneras: conversando, dibujando, escribiendo, pintando, trabajando con arcilla, haciendo música, bailando y jugando de fantasía, entre muchas más. En algunos programas inspirados en Reggio Emilia hay maestros especiales que enseñan a los niños a utilizar una gama muy diversa de medios artísticos. Las exhibiciones de los trabajos de los niños pueden hacer resaltar sus procesos de aprender durante una investigación, en lugar de presentar un producto acabado.
La documentación continua
Los visitantes a programas inspirados en Reggio Emilia pueden notar que los maestros observan y documentan regularmente las actividades de los niños al tomar apuntes o hacer fotos o videos. Esta información los ayuda a planear maneras de mejorar las experiencias de la clase y proporcionar lo que necesitan niños individuales. También transmiten esta información a las familias para que puedan dar apoyo a los intereses de los niños.
Recursos de IEL
- Lista de recursos: Reggio Emilia-Inspired Classrooms and Programs