Al hablar con los niños pequeños, nos puede resultar fácil caer en la trampa de hacerles preguntas que animen una respuesta de sí o no, o con una respuesta muy específica. Les hacemos este tipo de preguntas todo el día a los niños pequeños. “¿Quieres una manzana o una banana? ¿Te gusta el libro? ¿Sí o no?”
Las preguntas de este tipo se hallan con frecuencia en nuestras conversaciones típicas con varias personas en la vida diaria. Representan una oportunidad importante para los niños de expresar sus preferencias y hacer elecciones. No obstante, cuando los adultos nos fijamos en hacer preguntas abiertas para estimular a los niños a expresar sus ideas, les ofrecemos la oportunidad de aumentar las habilidades de lenguaje expresivo.
Las preguntas y frases abiertas permiten que los niños den una respuesta plena y significante para comunicar sus pensamientos y emociones. Tales preguntas y frases también se pueden utilizar en cualquier momento del día. El juego, las comidas y el transporte les ofrecen a niños un momento para observar su mundo y expresar su conocimiento creciente de cómo funciona el mundo.
A veces nos lleva a los adultos un poco de tiempo acostumbrarnos a esperar con paciencia para la respuesta. Los niños a menudo están pensando en silencio mientras observan su mundo. Los cuidadores y maestros también deberíamos dejar que los niños tomen un momento para pensar y formar una respuesta. Con la recompensa de escuchar mientras los niños comparten sus ideas y sentimientos, la espera bien vale la pena. Con el tiempo los adultos y los niños se sentirán cómodos con el ritmo natural de tales conversaciones.
Los adultos creamos oportunidades poderosas de aprendizaje infantil cambiando el tipo de preguntas que hacemos. Las conversaciones enriquecidas aumentan los conocimientos de fondo sobre varios temas, lo que apoya el desarrollo de las habilidades lingüísticas y cognitivas en los niños. Estas habilidades ponen un cimiento del éxito en el aprendizaje inicial de la lectoescritura. Al iniciar una conversación con frases como: “Cuéntame…”, “¿Qué piensas de…?” y “¿Cómo podemos…?”, se anima a los niños a expresar lo que piensan y sienten.
Tomemos por ejemplo un momento típico cuando los adultos y los niños podemos conversar durante ratos más largos. Una pregunta cerrada sobre los macarrones con queso del almuerzo podría ser como esta: “¿Te gustan los macarrones con queso?” Los niños podrían contestar que sí o que no. La conversación no les daría mucha oportunidad de expresar ideas o emociones complejas.
En cambio, si los adultos cambiamos la forma de la pregunta, los niños podrían responder de otra manera. En vez de hacerles una pregunta sencilla como “¿Te gustan los macarrones con queso?” durante una comida, un adulto podría decirles: Cuéntame tus comidas favoritas. ¿Qué piensas que podríamos echar a los macarrones para darles más sabor? ¿Cómo piensas que los macarrones con queso han llegado a tu plato?
Una frase de respuesta abierta, como “Cuéntame lo que sabes de los macarrones con queso”, podría llevar a una conversación que sigue muchos rumbos. Los niños podrían hablar de la forma de los macarrones, el color del queso o cómo se preparó la comida. Los adultos y los niños podrían tener la oportunidad de platicar que el queso se hace a base de la leche, que viene de las vacas, y que los macarrones se hacen a base del trigo, que crece en la tierra.
¿Adónde le llevará a usted la próxima pregunta que haga a un niño pequeño? Pruebe una pregunta o frase de respuesta abierta, a ver qué descubre.
Rebecca Swartz
La Dra. Rebecca Swartz es profesora auxiliar en la Facultad de Enseñanza y Aprendizaje de Southern Illinois University en Edwardsville. Imparte cursos del programa de estudios de educación infantil sobre los temas de lenguaje y lectoescritura iniciales, matemáticas principiantes y colaboración con las familias. Antes de ser profesora en SIUE fue especialista en aprendizaje infantil de varios proyectos estatales para la primera infancia en la Facultad de Educación Especial de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
Biografía actualizada en 2022