Los maestros preescolares saben que los niños se desarrollan y aprenden a ritmos diferentes y de maneras distintas. Para captar la atención de cada niño, los maestros se fijan en cómo los niños individuales se relacionan con el ambiente de su clase. También presentan información de múltiples maneras y ofrecen a los niños muchas oportunidades de expresar lo que saben y pueden hacer. El siguiente ciclo de seis pasos puede ayudarlo a lograr la participación atenta de niños individuales – y de todos los niños.
Paso 1: observar y escuchar al niño
- ¿Qué hace bien? ¿Qué le interesa? ¿Cómo interactúa con los demás?
- ¿Qué trata de hacer que le resulta difícil? ¿Cómo maneja las dificultades, la frustración o las distracciones?
- ¿Qué dice el niño sobre sus experiencias en la clase?
Paso 2: reflexionar sobre lo que usted ha observado acerca del niño
- ¿Qué ha notado sobre su planteamiento hacia el aprendizaje y su estilo de aprender?
- ¿Cuáles actividades sencillas podrían ayudarlo a dominar destrezas específicas, navegar una rutina o expandir su conocimiento sobre un tema? ¿Por qué es importante ahora hacer adaptaciones para él o ella?
- ¿Tiene un plan de servicios individualizados en relación con alguna necesidad especial? De ser así, ¿cómo se complementan sus propias ideas acerca de sus necesidades, intereses y capacidades con las de la familia o de profesionales que trabajan con él o ella?
Paso 3: planear maneras sencillas de ayudar al niño a aprender más sobre un tema, participar en una actividad o dominar una rutina específica
- ¿Cómo se implementarán sus planes? ¿Cuáles materiales, experiencias o espacios usted proveerá?
- ¿Qué prevé que el niño aprenderá o en qué mejorará, como consecuencia de esas actividades?
- Si tiene un plan de servicios, ¿cómo se abordarán sus metas de aprendizaje con esas experiencias? (Será necesario que usted converse sobre eso con la familia y/o cualquier profesional que da servicios al niño).
- ¿Qué podría interferir con ese plan?
Paso 4: llevar a cabo el plan individualizado y a la vez notar el reacción del niño
- ¿De qué manera participa en la actividad planeada? ¿Parece estar interesado, aburrido o frustrado?
- ¿Qué dice sobre la actividad?
Paso 5: reflexionar sobre sus observaciones
- ¿Qué pareció caerle bien al niño? ¿Qué beneficios le parece que obtuvo?
- ¿Le sorprendió algo que pasó? ¿Cuáles dificultades surgieron?
- ¿Cuál podría ser un buen “paso siguiente” para el niño? ¿Tal vez pasar más tiempo con la misma actividad u ofrecer una actividad nueva para expandir sobre lo hecho?