Todos los hermanos tienen discusiones de vez en cuando. Pero si sus hijos tienen intensas peleas frecuentes, Ud. no tiene que quedarse de lado y dejar que se traten mal uno al otro. ¡La fraternidad puede comenzar en casa!
¿Cuáles son algunas de las causas de la rivalidad entre hermanos?
- La rivalidad puede surgir cuando los niños perciben que no hay suficiente para todos de lo que ellos quieren o necesitan. Quizás sientan que tienen que competir entre sí para obtener la atención, el cariño, el reconocimiento o el tiempo de sus padres.
- Los niños podrían percibirse como contrincantes en un concurso cuando los padres comparan a un hijo con otro: “Quédate sentado y tranquilo como tu hermano”.
¿Qué podría hacer un padre o madre para disminuir la rivalidad entre sus hijos?
- Evite las comparaciones de un hijo con otro.
- Escuche las quejas de sus hijos para averiguar lo que los “rivales” perciben como insuficiente: “¡Papi siempre le da el primer abrazo a Nadia!”
- Comunique a sus hijos que comprende sus sentimientos, aunque no está de acuerdo con estos: “Sí, tu hermano necesita más ayuda que tú para vestirse, pero tú me importas tanto como él”.
- Pase un rato a solas con cada hijo o hija haciendo algo que le guste mucho a ella: dando un paseo, leyendo cuentos, jugando a agarrar una pelota. Unos 10 minutos diarios durante una semana podrían hacer milagros.
- Si uno de sus hijos le dice cosas desagradables acerca de otro, recuérdele que “tu hermana es una de nosotros”, sin importar cuán irritante es a veces. Esa respuesta reasegura al primero que él mismo pertenecerá a la familia aun cuando su hermana le tuviese rencor a él mismo.
- No se preocupe de tratar a todos sus hijos de la misma manera. Los niños necesitan consuelo, ayuda y palabras de ánimo en momentos distintos y de maneras distintas. Cuando su hijo o hija cuestiona la atención que Ud. le ha prestado a su hermano, reasegúrele que cuando ella necesite su ayuda, Ud. se la dará.
¿Qué podrían hacer los padres respecto a las riñas?
- Tenga en cuenta que no es necesario que Ud. se involucre en todas las discusiones entre hermanos. Los niños frecuentemente pueden resolver los asuntos por su cuenta.
- Si le molestan las riñas de sus hijos, intervenga con calma en la discusión. Si les dice que dejen de discutir, mantenga su participación hasta que el asunto esté resuelto. Escuche con atención a cada niño. Tiene la oportunidad de modelar cómo resolver los conflictos.
- Evite sermonear o regañar a sus hijos con motivo de sus peleas.
- Recuerde que los niños frecuentemente intentarán forzarla para que Ud. ejerza su autoridad. Por medio de su forma de comportarse, un niño podría intentar comunicarle el mensaje: “¡Ayúdame a ser la clase de persona que tú quieres que sea! Esa es la clase de persona que yo también quiero ser, pero necesito tu ayuda para lograrlo”.