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Norma

Los niños forman relaciones seguras de apego con cuidadores que están disponibles para relacionarse con ellos en forma emocional y les responden de manera constante al satisfacer sus necesidades.

Las relaciones seguras de apego son el cimiento del sano desarrollo social y emocional. Los niños crean lazos afectivos especiales con un adulto o con unos cuantos que son cariñosos y sensibles, y que les responden de manera confiable al satisfacer sus necesidades. Dichas relaciones les ayudan a los niños a confiar en otros y a sentirse seguros y confiados. Todo esto es importante para que los niños puedan explorar, aprender, relacionarse y entablar relaciones con otros.

Las relaciones de apego constan primero de satisfacer las necesidades básicas de los niños mediante el cuidado sensible y la sincronía. Si se satisfacen tales necesidades en forma constante, se desarrolla la confianza. Una vez que los niños empiezan a gatear y caminar, se valen de las personas con quienes tienen un apego seguro como una base segura para la exploración.1 Los niños demuestran comportamientos de buscar la proximidad para conectarse y reconectarse con sus figuras de apego durante la exploración. Pueden irse gateando durante un rato breve, pararse y volver gateando a su figura de apego para asegurarse. Una vez que los niños se sienten seguros emocional y físicamente, vuelven a explorar su ambiente. Algo normal en las relaciones de apego es la ansiedad de separación. La ansiedad de separación ocurre cuando los niños están físicamente separados de su figura de apego. Los niños que tienen una relación segura de apego extrañan a su cuidador cuando están separados y se alegran cuando éste vuelve a presentarse.

La necesidad de los niños por la proximidad física se va reduciendo mientras crecen; más bien, usan otras habilidades como el lenguaje, las miradas a los ojos y los gestos para mantenerse conectados con sus figuras de apego. Aun con estas habilidades sociales nuevas, los niños seguirán buscando la proximidad física con sus figuras de apego. Las relaciones seguras de apego les proveen a los niños sentimientos de auto-estima y confianza. Los niños se sienten importantes y especiales en las vidas de otros.

Las prácticas suficientemente buenas de crianza y educación

Las prácticas de la crianza y educación de los hijos son influenciadas por la cultura, la comunidad y la historia de la familia.2 Cada padre, madre o cuidador tiene diversas metas que espera alcanzar al criar a los niños. Por lo tanto, cuando surge la cuestión de cómo se ve la crianza y educación suficientemente buena, usualmente hay respuestas variadas entre padres o cuidadores. Lo constante es la necesidad de que los niños formen relaciones seguras de apego con cuidadores principales quienes están presentes para relacionarse emocionalmente y responden en forma constante al satisfacer sus necesidades. Se dice con frecuencia que estas características son “suficientemente buenas” y contribuyen a que los niños se sientan queridos y bien cuidados.3

Un padre o madre que realiza su labor lo “suficientemente bien” también toma en cuenta las naturalezas individuales de sus hijos, y los educa de una manera que complemente dichos atributos en vez de obligar por fuerza a los niños a obedecer los propios deseos y necesidades de los padres.4 Este planteamiento de la crianza y educación de los hijos demuestra la sensibilidad para con los hijos y anima a los padres, madres y cuidadores a responder de manera bien pensada en diversas situaciones.

Nacimiento a 9 meses

Los niños empiezan a desarrollar la confianza, iniciar la interacción y buscar la proximidad con un cuidador principal o con unos cuantos cuidadores principales.

Indicios para niños incluyen:

  • El niño mira a alguien a los ojos, sigue mirándolo y deja de mirarlo
  • Responde al (a los) cuidador(es) sonriendo y arrullando
  • Busca el consuelo de un cuidador conocido
  • Imita los gestos y sonidos de los adultos conocidos
  • Demuestra una preferencia por los adultos conocidos
  • Exhibe la ansiedad de separación, por ej., no quiere estar en los brazos de otra persona cuando lo tiene en brazos su cuidador principal

Estrategias de interacción:

  • Proveer un cuidado oportuno, responsivo y sensible a las necesidades del niño
  • Tener en brazos, abrazar y sonreír al niño y relacionarse con él
  • Seguir los indicios del niño; permitir que deje de relacionarse socialmente cuando está listo
  • Proveer un ambiente cariñoso y un tierno cuidado con adultos confiables, y asignar un cuidador principal para cuidar en forma constante las necesidades del niño

7 meses a 18 meses

Los niños confían en su(s) cuidador(es) principal(es), se relacionan con él (ellos) y lo(s) buscan para que les consuele(n). Los niños pueden explorar confiados su ambiente cuando están físicamente cerca de una figura de apego.

Indicios para niños incluyen:

  • Distingue entre los cuidadores principales y otros
  • Intenta cambiar la situación cuando ocurre la ansiedad de separación, por ej., sigue al (a los) cuidador(es) cuando salen del cuarto
  • Usa la referencia social con el (los) cuidador(es) en situaciones inciertas, por ej., mira la cara de un cuidador para ver indicios de cómo responder a una persona desconocida o una situación novedosa
  • Se vale de los adultos claves como una “base segura” al explorar el ambiente
  • Exhibe la ansiedad de desconocidos y la preocupación en la presencia de una persona desconocida o una situación novedosa
  • Busca el consuelo del (de los) cuidador(es) y/o de un objeto conocido, por ej., una cobija o animal de peluche
  • Inicia y continúa interacciones con el (los) cuidador(es)

Estrategias de interacción:

  • Hablarle y cantarle al niño a menudo; aprovechar oportunidades como cambios de pañales y comidas
  • Consolar y sosegar al niño cuando es necesario
  • Seguir al niño adonde quiere ir y leer los indicios del niño durante las interacciones
  • Al separarse de un niño, decir adiós con la mano y con la voz, asegurarle que volverá; en programas de cuidado, consolar y sosegar al niño una vez que el cuidador principal se vaya
  • Al reunirse con un niño después de una separación, permitirle al niño el tiempo suficiente como para reconectarse

16 meses a 24 meses

Los niños empiezan a usar la comunicación verbal y no verbal para conectarse y reanudar las conexiones con su figura de apego.

Indicios para niños incluyen:

  • Muestra una conexión sentimental con adultos conocidos distintos del cuidador principal
  • Usa la imitación y el juego de fantasía para captar el sentido de las relaciones, por ej., usa un juguete para “peinarse” o da de comer y mece una muñeca
  • Juega más lejos físicamente del cuidador principal con más confianza; se acerca cuando es necesario
  • Busca la proximidad física cuando está angustiado
  • Busca activamente reacciones emocionales del (de los) cuidador(es) al decir hola con la mano, abrazarlo o llorar

Estrategias de interacción:

  • Consolar y reconocer los sentimientos de angustia del niño; proveer palabras para describir los sentimientos que el niño está exhibiendo
  • Fijar límites apropiados y constantes; cuidarse de tomar en cuenta expectativas realistas
  • Proveer muchas oportunidades de jugar y relacionarse con adultos que le dan un tierno cuidado
  • Estar presente para relacionarse física y emocionalmente con el niño, sobre todo al reunirse después de una separación
  • Responder a los intentos del niño por provocar una respuesta, por ej., echarle un besito por el aire después de que el niño le echa un besito
  • Dar un modelo de comportamientos apropiados, por ej., cómo reaccionar emocionalmente en varias situaciones, cómo hablarles a compañeros

21 meses a 36 meses

Los niños demuestran un deseo de que su figura de apego comparta sus sentimientos, reacciones y experiencias. Se reducen los comportamientos que muestran una necesidad de estar físicamente cerca del cuidador principal, aunque en ciertas situaciones de angustia, algunos niños buscan estar cerca de su figura de apego.

Indicios para niños incluyen:

  • Usa las miradas y palabras para mantenerse conectado, sin tener que estar cerca físicamente o tocar al cuidador
  • Inicia las actividades significantes de la relación, por ej., trae un libro favorito para leerlo juntos
  • Les comunica pensamientos, sentimientos y planes a adultos conocidos
  • Busca la ayuda de adultos con tareas difíciles
  • Con la ayuda de la figura de apego, se separa de él o ella con muy poca ansiedad

Estrategias de interacción:

  • Mostrar empatía y reconocer cómo el niño se siente
  • Darle encomios genuinos al niño cuando comparte sus logros
  • Reaccionar con interés cuando el niño conversa
  • Reconocer y responder a las comunicaciones verbales y no verbales del niño
  • Preparar al niño para una separación al decirle adiós y que usted volverá

Notas

  1. Ainsworth, Mary D. (1970). Criteria for classification of one-year-olds in terms of the balance between exploratory and attachment behavior at home.
  2. Bettleheim, Bruno (1987). A good enough parent. New York: Random House.
  3. Bettleheim, Bruno (1987). A good enough parent. New York: Random House.
  4. Bettleheim, Bruno (1987). A good enough parent. New York: Random House.

Descubra cómo las relaciones de apego están relacionadas a:

Revisado: 2012