He aquí unas palabras a utilizar cuando usted quiere efectuar cambios en el comportamiento de su hijo sin gritar, dar nalgadas ni airarse.
Demuestre que usted entiende por qué su hijo quiere hacer algo que usted no quiere que haga.
“Yo sé que quieres quedar un ratito más en el jardín de recreo, pero…” O: “Yo sé que quieres que te compre unos dulces, pero…” Es posible decirle que no a un niño sin avergonzarle por sus motivos.
Dé una razón breve para explicar por qué usted no puede hacer lo que ella quiere.
Sea honesto, pero déjele saber que usted es justo y el encargado. “Pronto va a ser la hora de cenar, y tengo que estar en casa para prepararla”. “Los dulces pueden hacerte daño a los dientes”.
Ofrezca una solución o una alternativa.
Aun si usted cree que ella ya entiende algo, puede recordárselo. Por ejemplo, se puede decir, “No hemos de tirar la arena. Prueba dejar que gotea por tus dedos, o échala en la cubeta”. O: “No pegues a nadie. Dime en palabras si estás enojada, o pega tu juguete de golpear”.
Recuérdele que hay otras opciones.
Usted puede decir, “¿Te gustaría escoger unos chicles sin azúcar o una manzana en vez de los dulces?” O: “No podemos quedarnos ahorita, pero podemos volver mañana”. Sea consistente en cumplir con su palabra respecto a estas opciones.
Comunique a su hijo que usted cree que tiene la capacidad de hacer lo correcto.
Hable a su hijo con respeto, tanto en el tono de su voz como en las palabras que escoja. Considere decir: “Yo sé que te gusta ayudar”, en vez de “No me molestes”. En lugar de decirle, “Tú siempre te olvidas de esperar tu turno”. pruebe decirle, “Yo confío en que la otra vez te acordarás de esperar tu turno”.
Ponga límites firmes y reglas que los niños pueden entender.
Hable en un tono de voz firme pero bondadoso, y dé instrucciones breves. Es posible que usted tenga que repetir las reglas y las instrucciones hasta que su hijo se acuerda de ellas por sí mismo. “No puedes mirar ese programa de televisión. Lo puedes apagar tú, o lo hago yo”. “Cuando te pongas los zapatos, vamos a ir fuera”. “Sí, yo sé que estás ansioso para ir, pero el coche no se moverá mientras tú no estés en tu asiento de seguridad”.
Comparte cuantos momentos felices juntos como sea posible.
Comunique a su hijo que le gusta pasar tiempo con él. Ríe y juegue con su hijo, abrácele y acaríciele. Dé cumplidos cuando se esfuerce bien, aunque el resultado no sea perfecto. Platique y lea con ella. Al hacer estas cosas, usted les comunica a sus hijos que son importantes para usted, y les fomenta el deseo de agradarle.
Es cuestión de tiempo, preparación y práctica para que los niños aprendan a seguir las reglas, tal como la es para que aprendan las habilidades físicas, como la de caminar, o las sociales, como la de compartir. Aprenda más sobre los comportamientos típicos para la edad de su hijo. Intente comunicarle que usted es el líder, y que tienen a usted para ayudarle a crecer.
Adaptado de Positive Discipline (La disciplina positiva). (1990). ERIC Digest. Champaign, IL: ERIC Clearinghouse on Elementary and Early Childhood Education.