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Norma

Los niños ponen a prueba diversas estrategias para completar tareas, superar obstáculos y encontrar soluciones para tareas, preguntas y desafíos.

Los niños ponen el cimiento de las habilidades de resolver problemas mediante las relaciones de tierno cuidado, la exploración activa y las interacciones sociales. Durante la tierna infancia, los niños aprenden que sus acciones y comportamientos tienen un efecto en otros. Por ejemplo, los niños lloran para señalarles a sus cuidadores que tienen hambre; a su vez, los cuidadores les dan de comer. Cuando los cuidadores reaccionan en forma constante ante los intentos de comunicación de los niños, les enseñan la forma más básica de resolver problemas. Los niños aprenden que son capaces de resolver un problema al llevar a cabo ciertas acciones. Van aumentando ese conocimiento y lo ponen en práctica al relacionarse y resolver problemas en situaciones futuras.

Los niños descubren que sus acciones y comportamientos también tienen un impacto en objetos. Aprenden que ciertas acciones producen ciertos resultados. Por ejemplo, un niño podría golpear un juguete contra otra cosa una y otra vez mientras nota el sonido que se hace así. Este comportamiento se realiza a propósito y con intención; los niños aprenden que tienen la capacidad de hacer que algo ocurra. A medida que crecen, los niños hacen experimentos con diversas maneras de resolver problemas, como la de mover piezas de rompecabezas de diversas maneras para armarlas correctamente. Usan el ensayo y error para hallar soluciones a las tareas que están realizando y usan las habilidades de comunicación para pedir ayuda a sus cuidadores, ya sea verbalmente o con gestos.

Para los 36 meses, los niños pueden disminuir la frecuencia de usar ensayo y error al resolver problemas. Sus habilidades cognitivas se van mejorando y pueden usar la lógica y el razonamiento al trabajar para superar desafíos. La capacidad de prestar atención durante más tiempo les permite enfocarse durante ratos más largos para superar desafíos. Los niños todavía dependen de sus cuidadores para ayuda, pero es más probable que intenten resolver problemas por su cuenta antes de pedirle ayuda a alguien.

Nacimiento a 9 meses

Los niños ponen el cimiento de la resolución de problemas mediante la exploración activa y la interacción social.

Indicios para niños incluyen:

  • El niño se enfoca en llamarse la atención de un cuidador con el uso de sonidos, llanto, gestos y expresiones faciales
  • Goza de acciones repetidas, por ej., sigue dejando caer un juguete de la silla alta después de que lo recoja un cuidador o hermano
  • Comunica la necesidad de ayuda con indicios verbales y/o no verbales, por ej., señalando con el dedo, extendiendo la mano, haciendo sonidos vocales

Estrategias de interacción:

  • Responder oportunamente y de manera bien pensada a los intentos del niño de llamarse la atención
  • Proveer juguetes y objetos interesantes y apropiados a la edad para la exploración
  • Relacionarse frecuentemente con el niño a lo largo del día

7 meses a 18 meses

Los niños empiezan a descubrir que ciertas acciones y comportamientos pueden servir para resolver los desafíos y obstáculos que encuentran. Los niños también reconocen las maneras de relacionarse con su(s) cuidador(es) para manejar dichos desafíos.

Indicios para niños incluyen:

  • Repite acciones una y otra vez para descubrir cómo funciona un objeto
  • Empieza a reconocer que ciertas acciones provocan ciertas respuestas, por ej., la risa y las sonrisas con frecuencia resultan en que un adulto responda de la misma manera
  • Intenta usar varias estrategias físicas para alcanzar metas simples, por ej., tira la cuerda de un tren de juguete para acercarlo o gatea para agarrar una pelota que se ha ido rodando

Estrategias de interacción:

  • Demostrar cómo intentar hacer cosas de diversas maneras y animar al niño a hacer lo mismo, por ej., usar un cubo de plástico como tambor
  • Guiar suavemente al niño mientras descubre y explora cosas, y a la vez permitirle la independencia suficiente como para intentar cosas nuevas
  • Responder oportunamente y de manera bien pensada a los intentos del niño de comunicarse

16 meses a 24 meses

Los niños tienen más capacidad de resolver los problemas que encuentran, usando objetos y la imitación. Los niños pueden tomar un papel más autónomo durante esta etapa, sin embargo, intentarán comunicarse con el (los) cuidador(es) en la mayoría de las instancias.

Indicios para niños incluyen:

  • Imita el comportamiento de un cuidador para lograr una tarea, por ej., intenta girar el pomo de una puerta
  • Aumenta la capacidad de reconocer y resolver problemas con la exploración activa, el juego, el ensayo y error, por ej., intenta meter una forma a diversos ángulos para que quepa en un clasificador de formas
  • Usa objetos del ambiente para resolver problemas, por ej., usa un cubo para mover varios libros al otro lado del cuarto
  • Usa la comunicación para resolver problemas, por ej., se le acaba el pegamento durante un proyecto de arte y le hace gestos a un cuidador para pedir más

Estrategias de interacción:

  • Validar y encomiar los intentos del niño por hallar soluciones a desafíos
  • Narrar al ayudar al niño a idear una solución, por ej., “Vamos a intentar volver la pieza del rompecabezas así”
  • Proveerle al niño oportunidades de resolver problemas con y sin su ayuda; minimizar la posibilidad de que el niño se frustre
  • Responder a los intentos de comunicación del niño

21 meses a 36 meses

Los niños empiezan a discriminar cuáles soluciones surten efecto, con menos ensayos. Los niños llegan a ser cada vez más autónomos e intentarán superar obstáculos primero por su propia cuenta o con un apoyo limitado del (de los) cuidador(es).

Indicios para niños incluyen:

  • Pide ayuda a un cuidador cuando la necesita
  • Empieza a resolver problemas con menos uso del ensayo y error
  • Rehúsa la ayuda, por ej., pide ayuda pero luego empuja la mano de un adulto para alejarla
  • Muestra el orgullo al lograr una tarea
  • Usa habilidades cada vez más refinadas al resolver problemas, por ej., usa su propia servilleta para limpiar un líquido derramado sin pedirle ayuda a un adulto

Estrategias de interacción:

  • Seguir adonde el niño quiere ir y prestar atención a sus señales al ayudarlo con una tarea
  • Compartir el gozo y los logros del niño
  • Dar un modelo y narrar las habilidades de resolver problemas mediante el juego
  • Proveer ratos ininterrumpidos en que el niño puede trabajar en actividades
  • Estar disponible para el niño y reconocerlo cuando necesita que lo guíe

Cuento de la vida real

Sebastián, quien tiene 25 meses, está ocupado con una actividad de motricidad fina que le ha provisto su cuidadora. Tiene en las manos pinzas grandes de plástico y está intentando usarlas para levantar bolas grandes de pelusa de un plato de plástico y trasladarlas a una taza de plástico. Está agarrando las pinzas con una mano, y tiene el plato sujetado en la mesa. Repetidas veces, intenta usar una sola mano pero no puede agarrar las pinzas con la suficiente firmeza como para levantar una bola. Sebastián hace una pausa, mira alrededor y levanta una bola entre el pulgar y el dedo índice.

Con las pinzas en una mano y la bola en la otra, coloca la bola entre las pinzas y luego las cierra. La traslada a la taza de plástico y la suelta para depositarla adentro. Luego agarra otra bola de pelusa y la coloca entre las pinzas. Otra vez las cierra con firmeza y la transfiere a la taza. Sebastián usa el mismo método hasta que todas las bolas de su plato estén dentro de la taza. Una vez que termina, vierte la taza en el plato y vuelve a empezar. Después de completar el proceso con éxito otra vez, extiende la taza llena hacia su cuidadora, María. Ella lo ve, sonríe y la da un gesto de éxito. Sebastián agarra su taza y camina a María. Le da la taza y se va de la mesa.

Este cuento también está relacionado al:

ESTE EJEMPLO RECALCA cómo los niños usan el ensayo y error físico para resolver problemas. Los intentos iniciales de Sebastián por levantar los objetos pequeños con sus pinzas no son exitosos. Sin embargo, hace una pausa para pensar en maneras posibles de trabajar en este problema, y luego cambia su proceso. En vez de cerrar las pinzas para agarrar la bola, coloca la bola entre las pinzas y luego las cierra. Esto le resulta más fácil, ya que todavía está desarrollando las habilidades de motricidad fina necesarias para completar esta tarea. Una vez que se da cuenta de lograr su meta con éxito, realiza la tarea hasta terminar de colocar en la taza cada bola de su plato. Luego vuelve a empezar con la actividad. La capacidad de Sebastián de resolver este problema con éxito le aumenta la auto-confianza. Cuando María reconoce positivamente su logro, apoya aún más el desarrollo social y emocional del niño. Un concepto positivo del yo y una confianza aumentada en sí mismo son muy importantes para el aprendizaje futuro de Sebastián y su desarrollo sano en general.

Descubra cómo la resolución de problemas está relacionada a:

Revisado: 2012