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¡Dime lo que quieres decir! Cómo hablar a los niños de manera franca

A veces deseamos allanar las interacciones con nuestros niños de edad preescolar-a tal grado que no les decimos lo que verdaderamente queremos decir.

Hable de una forma sencilla.

No es preciso que a los niños les guste todo cuanto les pedimos. Usted no lastimará a su hijo diciéndole cuál comportamiento espera, si lo hace de una manera tranquila, breve, amistosa y franca. ¿Quiere que su hija de edad preescolar deje de saltar de su silla durante las comidas? Dígale “Quiero que te quedes sentada” o algo parecido, en vez de decirle “Necesitas quedarte sentada”. En realidad, ¡tal vez ella realmente no ‘necesita’ permanecer sentada en ese momento! Pero usted desea que ella acabe tranquilamente con su desayuno a fin de estar lista para lo que va a hacer luego.

Exprese su comprensión de lo difícil que podría hacérsele a su hijo hacer lo que usted desea.

Cuando usted insiste en comportamientos como quedarse sentado tranquilamente o no tocar ciertas cosas, podría ser útil comunicar a su hijo que usted comprende que se le hace difícil hacer lo que le pide. Podría utilizar un tono de voz amistoso pero firme: “Yo sé que preferirías andar corriendo”. “Entiendo por qué podría ser divertido tocar todas las macetitas de Abuelita. Pero se rompen muy fácilmente, por eso no quiero que hagas eso”.

Diga claramente cuál comportamiento espera y luego pase a otras cosas.

Una vez que haya indicado lo que quiere en un tono de voz agradable, claro y firme, cambie a otro tema. Más tarde, cuando la crisis haya pasado, podría explicarle con más detalles por qué era tan importante el comportamiento que le pidió. Pero los niños pequeños responden mejor a indicaciones breves y directas del comportamiento que desean los adultos más íntimos. Los niños frecuentemente se “desconectan” de las explicaciones largas.

Nunca es necesario ser desagradable ni tratar mal al niño, pero sí es necesario ser firme.

La mayoría de los niños preescolares desean ser la clase de persona que queremos que sean, pero frecuentemente precisan ayuda para aprender cómo serlo. No tenemos por qué criticar, ser sarcásticos ni estar enojados cuando insistimos en el comportamiento que deseamos. Pero sí tenemos que ser firmes y comunicarnos claramente. Resista la tentación de prometer recompensar a la niña por obedecer sus pedidos; debería obedecer porque usted es el responsable por su bienestar.

Recurso de IEL

Sobre este recurso

Este recurso va dirigido a:
  • Hogar
  • Kindergarten

Tipo de programa al que el artículo va destinado:
  • Padres, madres y familiares

Edad de los niños sobre los que trata el artículo:
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